A Nando Pons le gusta 'tirar' de hemeroteca. En su última comparecencia ante todos los medios de Palma el pasado 11 de febrero, a raíz de las explicaciones que dio por la venta de un piso a Varela por parte de una empresa de la que formaba parte él y su ex ayudante Marcos, apareció con un puñado de recortes. Retrocediendo en el tiempo, en esa misma comparecencia pronunció unas palabras que ahora cobran especial protagonismo. «Mi contrato nucna será un impedimento», manifestó respecto a la llegada de un nuevo propietario. Curiosamente, ninguno de los potenciales compradores del club e incluso los candidatos a adquirirlo contaban con Pons, pero él siempre se empeñaba en seguir y no dimitir.
Ese día reconoció que él no sería «un obstáculo» para hacer efectiva la venta de la SAD Balear, pero como se ha visto sus palabras no son coincidentes con los hechos.
Pons no sólo se ha negado a devolver el millón de euros que le regaló Grande por al venta de Güiza, sino que además ha denunciado al club exigiendo el cobro total de su contrato. Ahora serán los tribunales los que decidan.