El duelo del Sánchez Pizjuán no será un partido cualquiera. El Mallorca se reencuentra el próximo domingo con su pasado más turbulento en un 21-N marcado a fuego en el calendario. La presencia en el banquillo enemigo de Gregorio Manzano Ballesteros, el único entrenador en la historia de la entidad que ha denunciado al ex propietario Mateu Alemany -llegando a solicitar la disolución de la compañía para cobrar- ha calentado las calderas de unas vísperas tensas. No se recuerda en los últimos tiempos un encuentro que haya generado tanto interés mediático. La semana del morbo ya ha iniciado su cuenta atrás....
El duelo ha despertado una expectación enorme en el entorno de la entidad. Prácticamente desde finales del curso pasado, antes de oficializar su marcha, Gregorio Manzano se convirtió en el enemigo público número uno. Sus declaraciones en contra de la afición mallorquina («prefieren la paella al campo») prendieron la mecha de una guerra sin cuartel.
El técnico jienense se quitó la careta cuando se marchó del Mallorca, aunque antes ya había dejado alguna que otra perla . En abril, con motivo del encuentro en La Romareda, Mateu Alemany viajó con el equipo y se reunió con los abogados del entrenador andaluz. Ahí tuvo conocimiento de las intenciones del que todavía era su entrenador, que pretendía quedar al margen del concurso para cobrar.
En julio, este periódico publica las intenciones del entrenador andaluz de demandar a Mateu Alemany por impago y de culparle directamente a él de no haber satisfecho su deuda.
En octubre, las intenciones de Gregorio Manzano Ballesteros quedan al descubierto. El técnico fundamenta su demanda en que Alemany debía haber disuelto el club para poder pagarle. Exponía en su escrito que la SAD balear carecía de fondos propios para desarrollar su actividad. Ese mismo mes, el ex propietario se defiende y Manzano contraataca.
El de Bailén declaró abiertamente que «en él (por Alemany) hay mucha fachada, pero muy poco fondo». El actual entrenador del Sevilla también se refirió a la venta a Serra Ferrer: «Nos comentó a Nando Pons y a mí que nunca le vendería el club a Lorenzo y no reproduzco lo que dijo de él».
Entonces, el vicepresidente deportivo del Mallorca también compareció a escena para arremeter contra Gregorio Manzano: «Se le pueden atribuir algunos méritos, pero el de la cantera no es suyo», apuntó Llorenç. «Hay muchos mallorquinistas por el mundo, pero visto lo visto y por lo que he podido comprobar con Nando Pons y Gregorio Manzano, en su caso no sé si son tan mallorquinistas o lo que les gusta es el dinero del Mallorca», dijo el pobler .
El duelo ante el Comando Sevilla , capitaneado por Manzano e integrado por Gonzalo Hurtado de Guinea y los mallorquines Toni Servera (preparador físico) y Joan Mesquida (entrenador de porteros), ya comienza a cocinarse. Uno de los focos del partido, que también se vivirá en los banquillos, apuntará a los desterrados por Gregorio Manzano, un puñado de canteranos que tuvieran que emigrar en busca de una oportunidad durante el lustro que el jienense permaneció en el banquillo mallorquinista.
En el transfondo del encuentro, un puñado de cuestiones extradeportivas. De sentimentalismos enfrentados que convierten el Sevilla-Mallorca del próximo domingo, estadio Sánchez Pizjuán 19.00 horas, en el partido del morbo.