La Federació de Penyes del Real Mallorca y el club sellaron anoche la paz en un encuentro de reproches por la forma de actuar de Biel Cerdà, responsable de patrrimonio e infraestructura, a raíz de la imposición de varias medidas a la hora de organizar el aniversario de las peñas. Las quejas de los aficionados fueron dirigidas al propio consejero, mientras que el presidente Jaume Cladera se vio en la necesidad de pedir perdón por la suspensión de la cena de Binissalem de la semana pasada.
El presidente asistió al acto junto al propio Cerdà, vocal del consejo de administración, y Jordi Morey, que desde ayer se incorporaba al organigrama de la entidad para ser el coordinador social de los actos de las peñas. Cladera iniciaba su comparecencia explicando la intención de la reunión. «No queremos alterar la vida de las peñas. Queremos respetar las tradiciones para hacer posible que haya más socios y abonados. No hemos venido a buscar motivos para discutir sino que en este proyecto de futuro, al que todos pertenecemos, haya entendimiento. Venimos con la obligación a sentarnos para llegar a un acuerdo. No tiene sentido que unos vayan por un lado y nosotros por otro», comentó.
Cladera abundó en el asunto de la suspensión de la cena del aniversario de la Penya de Binissalem, siempre desde una postura conciliadora. «Queremos deshacer cualquier malentendido y venimos a aclarar cualquier duda que haya, queremos dar explicaciones de por qué hacemos las cosas y escuchar sugerencias. Lo que pretendemos hacer con las peñas y sus aniversarios es para dar fuerza», subrayaba antes de ofrecer una solución al conflicto: «Lo que el club ha propuesto es hacer antes de la fiesta de aniversario de la peña, una especie de fiesta en el pueblo para llegar al mayor número de personas. Estaría todo el mundo invitado, especialmente el club de fútbol de la localidad y el ayuntamiento. Es todo para potenciar al Mallorca y estas bases han guiado estas conversaciones. Nadie impone que haya cena o que sean con menús concretos. Insistimos, nadie quiere imponer nada a nadie. Venimos con Biel Cerdá a clarificar cualquier cosa y si hay algo en lo que no estéis de acuerdo, intentaremos hacer todo lo posible para arreglarlo», argumentaba Cladera tendiendo la mano.
Jordi Morey, por su parte, se presentó oficialmente ante los presidentes de las peñas y se ofreció a colaborar a partir de ahora como intermediario entre el club y sus distintas asociaciones. Parece que después de la tormenta llega la calma.