Fernando Pons Niza no puede más. El todavía director deportivo del Mallorca se encuentra acorralado por la demanda de reintegración, que le obliga a devolver el millón de euros de gratificación que cobró de manos de Vicenç Grande. Sin salida, Pons ya ha dado la orden a sus abogados para que intenten llegar a un acuerdo con la SAD balear. De hecho, en los próximos días se podría sellar un arreglo entre ambas partes para que el técnico abandone el club isleño.
La situación de Fernando Pons Niza ha ido de mal en peor en los últimos meses. Su enroque, a la larga, le ha perjudicado de forma notoria. Angustiado por la demanda de reintegración, presentada por los administradores concursales a la jueza que tutela el concurso de acreedores, al director deportivo se le han acumulado los problemas.
Al margen de la demanda, que le obligará si la jueza lo acepta, como se prevé, a devolver el millón de euros que recibió como premio extra por la venta de Daniel Güiza, también existen indicios que apuntan a la irregularidad de su último contrato, firmado hasta enero de 2014.
Además, por si estos problemas no fueran suficientes, Pons se ha quedado solo. La marcha de sus colaboradores Francisco Navarrete y Marcos Martín le han aislado en su particular burbuja. Al margen de todo y de todos. La falta de apoyos dentro del Mallorca también le han empujado a arrojar la toalla.
Otra de las cuestiones que le apuntilló fue la decisión de la entidad balear de trasladarle al despacho del contable de la Fundació... una situación humillante para el que hasta hace apenas tres meses era el jefe . Toda esta concatenación de situaciones han provocado su aislamiento primero y su entrega, ahora.
Desde la entidad se espera que Pons finalice su situación contractual con la entidad -laboralmente concluyó el mismo día que se oficializó el traspaso de poderes- en los próximos días y se da por hecho que habrá un acuerdo inminete para la rescinsión del contrato del director deportivo. El fin de Fernando Pons Niza en el Mallorca ya se adivina al final del túnel.
Xavi, con una tendinopatía aquiliana bilateral, es baja segura para medirse al Mallorca. Adriano, por su parte, sufre una pequeña rotura fibrilar en el aductor del muslo derecho y parece poco probable que juegue.