La presidencia del Real Mallorca se ha convertido en una silla eléctrica, en una pasarela por la que han desfilado ocho dirigentes, algunos de los más variopintos, en apenas dos años. Desde que Vicenç Grande abandonara el cargo en diciembre de 2008 hasta el nombramiento de ayer de Jaume Cladera, tipos como Joan Antoni Ramonell -autoproclamado presidente y vetado por los administradores- , Joaquín García, Mateu Alemany, Tomeu Vidal, Miquel Vaquer y Josep Pons han ocupado el cargo más representativo de la SAD balear. Es decir, en apenas veintiséis meses, el club ha tenido tantos presidentes como en los últimos ¡40 años!... De verbena.
Después de la era Grande, que presidió la entidad durante tres años y medio, y tras el intento frustrado de Joan Antoni Ramonell (un día) desfiló por la presidencia de forma interina (28 días) Joaquín García hasta la llegada de Mateu Alemany. Tras la venta de las acciones a la familia Martí Mingarro, el abogado Tomeu Vidal asumió la presidencia durante toda la temporada pasada, a pesar del desembarco del grupo madrileño tres meses más tarde de su irrupción.
Hasta el aterrizaje del grupo comandado por Llorenç Serra Ferrer, el empresario Miquel Vaquer asumió las funciones de presidente durante 47 días. La nueva propiedad escogió a Josep Pons -que no había comunicado al consejo del problema surgido en Viena- pero ayer su rueda de prensa derramó el vaso de la paciencia de los actuales consejeros, que optaron por destituirle de un cargo que apenas ha ejercido y en el que ha permanecido 82 días...
Jaume Cladera (12.11.1941, sa Pobla) accede a un cargo que ejercía desde que el consejo de administración optó por apartar a Josep Pons de sus funciones. Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la cadena hotelera Stil Hotels, Cladera fue conseller de Turisme del Govern balear durante una década (1983-93).
«Asumo el cargo para normalizar la presidencia, que se encontraba en una situación anómala. No será un presidente provisional, aunque estaré en el cargo hasta el día que haga falta», apuntó el nuevo máximo representante de la entidad.
Cladera, que al contrario que Josep Pons no estará remunerado para ejercer sus funciones, explicó que presidir la SAD balear es mucho más de lo que le había comentado Serra Ferrer a la hora de embarcarse en esta aventura: «Jamás pedí ningún cargo, pero aquí estoy, con el único objetivo de representar socialmente a la entidad porque los verdaderos protagonistas son los jugadores y los técnicos. El resto, estamos para ayudar».