El Real Mallorca ha pactado liquidar en un plazo de diez años su deuda con Hacienda, en la que se concentra la mayor parte de su pasivo. La entidad ha alcanzado recientemente un acuerdo con la Agencia Tributaria y tiene previsto saldar la carga, que ronda los 30 millones de euros, en una serie de cantidades que le permitirán seguir funcionando sin demasiada presión. Durante el próximo lustro, la SAD abonará al fisco un millón cada año y otros cinco en cada uno de los años posteriores. El club, que mientras permanezca en Primera División tiene asegurados unos ingresos anuales de 30 millones, resolverá a medio plazo uno de sus principales problemas y podrá destinar así la mayor parte de su presupuesto (unos 25 millones) a cubrir otro tipo de necesidades, entre ellas, las correspondientes a la parcela deportiva. En cualquier caso, la propiedad sigue trabajando para ampliar las fuentes de ingresos (el objetivo es obtener al menos otros tres millones más a través de nuevas vías) y sacar al Mallorca de la UVI lo antes posible.
De esta forma, los nuevos gestores del club balear siguen definiendo un cuaderno de ruta que nace condicionado por las urgencias que padece el Mallorca debido a la errática gestión de los últimos tiempos. Y para ello, el equipo de Llorenç Serra Ferrer ha establecido tres puntos básicos en los que va a centrar su esfuerzo: económico, deportivo y social.
En el plano futbolístico, la consigna está muy clara. La política del club ha sufrido un cambio radical en esa misma dirección que, según los propios gestores, «no obedece sólo a motivos económicos, sino a una cuestión de principios». El Mallorca, como ha demostrado este verano, le va a dedicar a partir de ahora una serie de cuidados muy especiales a la cantera con la idea de que la primera plantilla se beneficie del talento que hay repartido por Son Bibiloni. Y es que, a través de ese camino, el club puede importantes dividendos en el campo y en las arcas de Son Moix. «Hemos conseguido el 85% de los que nos proponíamos al construir este año la plantilla», reconoce Serra al respecto. «Hemos ido resolviendo poco a poco los problemas que se nos iban presentando, hemos encontrado a jugadores jóvenes que nos han revalorizado el activo y el resultado no se ha notado. Además, hemos vendido bien y hemos reforzado el plantel sin abonar un euro y manteniendo el vestuario en un coste asumible», agrega.
El otro gran campo de acción en el que espera profundizar el grupo de Serra Ferrer es el social. «Tenemos que intentar acercar el Mallorca a la gente», argumenta su vicepresidente, Jaume Cladera. «No podemos olvidar que los propietarios morales del Mallorca son sus aficionados», recuerda.