El Real Mallorca se ha adjudicado este sábado la XXXV edición del Trofeo Ciutat de Palma tras vencer (3-2) al Atlético de Madrid, en un partido en el que los desajustes defensivos de los rojiblancos, y el buen hacer en las jugadas a balón parado de los bermellones marcaron las diferencias.
El conjunto de Michael Laudrup se hizo con la manija del encuentro desde los primeros minutos. Así, pasado el cuarto de hora de partido, en la primera jugada de estrategia del Mallorca, lograron ponerse en ventaja. El guante de Martí le regaló una estupenda pelota a Nunes para que este cabecease hacia el fondo de las mallas.
El Atlético de Madrid no tuvo capacidad de reacción al gol, con un Salvio cual isleta en la punta de ataque, y sin capacidad de crear fútbol en el centro del campo. Con estas perspectivas llegó el segundo gol del Mallorca, en otra jugada a balón parado, esta vez en un córner que botó Martí y que se encargó de rematar con mucha facilidad Nsue. Reyes con un lanzamiento directo a la escuadra creó la única ocasión de peligro.
Tras el descanso, y a pesar de las entradas de jugadores como el Kun Aguero o Filipe Luis, las sensaciones no mejoraron, y a los seis minutos el conjunto bermellón volvió a encontrar puerta. Esta vez fue el recién ingresado Pierre Webó, que tras un gran pase de Nsue batió a De Gea.
Con esta losa de goles, impropia de un finalista de Supercopa, el conjunto de Quique Sánchez Flores tuvo que ponerse las pilas para maquillar el marcador. Así, los rojiblancos aprovecharon la relajación del Mallorca y con dos buenos goles de Reyes y del Kun Aguero, tras sendos disparos desde dentro del área, lograron recortar distancias, aunque no tuvieron tiempo para empatar el partido.