El diplomático y presidente del RCD Mallorca, Josep Pons, ha anunciado que permanecerá en ese cargo, aunque «de forma temporal suspenderá algunas funciones ejecutivas» para defenderse de lo que denominó «queja» de una trabajadora de la embajada de España en Viena (Austria). Pons ha explicado en una rueda de prensa que «se defenderá» de las imputaciones que le hace la empleada de la embajada, aunque ha insistido en que se trata de una «queja y no de una denuncia», ya que no existe una base jurídica para sustentar una acusación formal, ha precisado.
El diplomático, que no aclaró qué clase de queja es la que ha presentado la trabajadora, había sido nombrado presidente del Mallorca hace dos semanas por el nuevo propietario de la entidad, Lorenzo Serra Ferrer. A lo largo del día de hoy, diversos medios digitales habían anunciado la dimisión de Pons, circunstancia que le obligó a convocar una rueda de prensa en un céntrico hotel de la capital balear para desmentir esa posibilidad.
El diplomático ha insistido en que reanudará su actividad en el Mallorca de manera «plena», una vez que se aclaren las circunstancias que le han llevado a esta situación. Pons ha ocupado en los últimos años el cargo de embajador de España en Viena (Austria), puesto que decidió abandonar para dedicarse íntegramente a presidir el club de fútbol RCD Mallorca.
Desde hace seis meses, según han informado a EFE fuentes de UGT, se enfrenta una denuncia por acoso sexual interpuesta por una trabajadora de la embajada ante el gobierno austríaco. Según el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT para trabajadores en el exterior, Antón Obieta, Pons reconoció ante el órgano de Igualdad del gobierno de Austria los hechos de los que le acusa la trabajadora, si bien negó que tuviera intención alguna de acosarla.