El Mallorca ha aplazado la búsqueda del entrenador que sustituirá a Gregorio Manzano hasta después de poner en marcha un severo reajuste económico, que pasa, en primer término, por acogerse en los próximos días a un concurso voluntario de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil de Palma.
Según han confirmado fuentes del club balear, la contratación de un nuevo técnico no es una cuestión prioritaria en estos momentos, en los que prevalece, por encima de todo, la tarea de enderezar la situación financiera de la entidad, cuya deuda oscila entre 50 y 60 millones de euros.
El Mallorca se declarará insolvente en el juzgado para hacer frente a deudas contraídas con más de 300 acreedores, entre ellos, la Hacienda Pública, el Athletic de Bilbao, que reclama el pago del traspaso del delantero Aritz Aduriz, la plantilla y el propio Manzano, entre otros.
El técnico andaluz no descarta acudir a los tribunales para reclamar las retribuciones que se le adeudan, que se verán reducidas inmediatamente después de que el propietario del Mallorca, Mateo Alemany, inste el concurso voluntario de acreedores.
Uno de los nombres que han sonado con más fuerza en los últimos días para ocupar el banquillo del Mallorca la próxima temporada es Lorenzo Serra Ferrer, ex entrenador mallorquinista, del Betis, FC Barcelona y AEK de Atenas.
Serra Ferrer está considerado un técnico «de la casa» y su perfil, capacidad y conocimientos se ajustan a lo que la entidad balear requiere para desarrollar la próxima temporada una política de austeridad y contención de los gastos.