El agónico triunfo del Sevilla en Almería amargó la noche al Mallorca, que tras vencer 2-0 al Espanyol con goles de Víctor Casadesús y Mario Suárez, tenía un pie en la Liga de Campeones.
Los jugadores esperaron el desenlace del partido disputado en los Juegos Mediterráneos en el centro del terreno de juego, pero el gol del Sevilla en los últimos instantes acabó de manera abrupta con lo que ya era una fiesta en las gradas.
El Mallorca, no obstante, disputará la Liga Europa, y los aficionados lo celebraron de igual modo esa misma noche en la fuente de la "Plaza de las Tortugas".
El equipo balear afrontó la última jornada jugando dos partidos, uno en casa ante el Espanyol, y el otro en Almería, donde el Sevilla defendía su ventaja para disputar la Liga de Campeones.
Con el objetivo de encarrilar pronto la victoria y esperar a lo que ocurriera en el estadio Juegos Mediterráneos, el Mallorca salió con decisión ante un Espanyol con los deberes hechos y que sólo se jugaba despedir la temporada de la mejor manera posible.
Pese al empeño local, los «periquitos» no retrocedieron, ni mucho menos. Los jugadores que dirige el argentino Mauricio Pochettino demostraron, con un juego vertical y agresivo, que no iban a ser una simple comparsa en la fiesta europea mallorquinista.
El partido estaba muy equilibrado cuando el uruguayo Gonzalo «Chori» Castro demostró el por qué es uno de los jugadores más en forma del Mallorca (min. 23) al realizar una gran jugada por la banda izquierda, que culminó Víctor Casadesús con un gran derechazo.
El Mallorca ya estaba con ventaja en el marcador, que era lo mínimo que se le exigía para mantener vivo el sueño de la 'Champions', y las gradas seguían con mucha atención lo que ocurría en Almería.
Casi al finalizar la primera parte, se gritó con fuerza en Son Moix el gol del empate del Almería, que situaba al Mallorca temporalmente en Liga de Campeones.
La segunda parte siguió monopolizada por lo que estaba ocurriendo en Almería, aunque el Mallorca intentó que esa euforia desmedida de sus aficionados no les apartara del objetivo de sumar los tres puntos ante el Espanyol.
Precisamente el portero israelí Dudú Aouate evitó el empate al despejar con los pies un disparo de Ben Sahar (min. 48). El conjunto blanquiazul dejó de manifiesto que iba a luchar por el partido, y que su rival iba a sufrir hasta el final si se conformaba con el 1-0.
La incertidumbre en el marcador se acabó para el Mallorca en el minuto 78 con el segundo gol, obra de Mario Suárez. Ahora sí, toda la atención en las gradas se concentró en Almería, donde las noticias eran buenísimas para los insulares, con el 2-2 en el marcador.
Los últimos minutos fueron de infarto en Son Moix, y el empate en los Juegos Mediterráneos se celebraba en la capital balear por todo el alto. El Mallorca volvía a Europa por la puerta grande, seis años después, circunstancia que desató la euforia entre los aficionados.
Pero el gol en el descuento que rompía el empate en Almería a favor del Sevilla acabó con el sueño de un equipo que jugará, finalmente, la Liga Europa.
Ficha técnica
Mallorca 2- RCD Espanyol 0
Mallorca: Aouate; Mattioni, Ramis, Nunes, Ayoze; Varela (Mario Suárez, m.57), Martí, Borja Valero (Pezzolano, m.82), Castro; Víctor Casadesús (Webó, m.77) y Aduriz.
RCD Espanyol: Alvarez; Amat, García, Ruiz, Roncaglia; Verdú, Forlín, Marqués, Ben Sahar; Luis García (Corto, m.65) y Osvaldo (Callejón, m.46).
Goles: 1-0, min.23: Víctor Casadesús. 2-0, min.78: Mario Suárez.
Arbitro: Pérez Burrull (comité cántabro). Amonestó a Víctor Ruiz, Varela, Luis García, Mario Suárez y Nunes.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo octava jornada del campeonato de Liga disputado en el estadio de Son Moix ante unos 14.000 espectadores. Antes del partido, el presidente del Mallorca, Bartomeu Vidal, entregó la insignia de oro al ex jugador Bernat Sans por las catorce temporadas en las que defendió la camiseta mallorquinista en la década de los sesenta y setenta.