El entrenador del Mallorca, Gregorio Manzano, ha afirmado hoy que los futbolistas Alhassane Keita y Aritz Aduriz, que intercambiaron bofetadas el pasado domingo en pleno partido ante el Málaga, «se dejaron llevar por el descontrol de los nervios».
El club ha abierto un expediente a ambos jugadores y ha confirmado que les sancionará.
En su artículo semanal que escribe en la página web del Mallorca, Manzano explica que frente al Málaga «aparecieron situaciones que nunca nos habían ocurrido y no pudimos ni supimos resolverlas».
«La victoria era más que necesaria para nuestras aspiraciones después de lo visto en el resto de la jornada, pero el empate nos dejó un sabor agridulce y, sobre todo, una imagen que ha dado la vuelta al mundo de dos profesionales discutiendo y resolviendo una jugada de forma acalorada», escribe el técnico.
Según Manzano, Aduriz y Keita «son dos jugadores distintos en todo, en sus características personales y humanas, con buenas condiciones futbolísticas, uno potente y fuerte y el otro rápido y escurridizo».
Y subraya: «Ambos son necesarios para el equipo y ambos han tenido un comportamiento ejemplar hasta el día de hoy. La emoción del empate final, la mente puesta en alcanzar un objetivo brillante y el estrés de los minutos finales, hizo que los jugadores no gobernaran su carácter con racionalidad y se dejasen llevar por el descontrol de los nervios».
Explica que su decisión «inmediata» después del partido fue dejar enfriar la situación hasta el día siguiente.
«La prensa demandaba explicaciones, respuestas y soluciones sin parar a pensar que los conflictos se resuelven mejor desde la distancia y el análisis de los hechos», señala Manzano, quién explica que el lunes, «tras reunirme con los capitanes y con el vestuario después, se analizó la situación y comprendimos la gravedad del hecho».
«A pesar de ello, intentamos sacar entre todos una conclusión positiva: Todos queremos más, todos queremos ganar», ha asegurado el entrenador andaluz.-