Julio Àlvarez, ¿cerca o lejos?

Julio Àlvarez, ¿cerca o lejos? El futuro del centrocampista de origen venezolano continúa cubierto de interrogantes. El jugador, que finaliza contrato con el Mallorca el próximo 30 de junio, sigue valorando la propuesta de renovación que le planteó el club balear y aunque su representante asegura que quiere zanjar cuanto antes el asunto, la lista de pretendientes aumenta con el paso de las jornadas. Además del Deportivo (el propio Miguel Àngel Lotina confirmó recientemente su interés), Espanyol, Villarreal y Betis también parecen dispuestos a pujar por los servicios del futbolista, al que su rendimiento y situación han convertido en uno de los grandes chollos del mercado español.
José Rodríguez Baster, representante de Julio Àlvarez, aseguró ayer a esta redacción que pretende responder «en breve» a la oferta de renovación del Mallorca y que espera que el tema no se extienda mucho en el tiempo. «No nos hemos marcado ningún plazo concreto, pero tampoco queremos que se alargue demasiado. La prioridad la sigue teniendo el Mallorca porque el jugador está muy agradecido al club y se siente muy a gusto en la Isla», explicaba. Cuestionado acerca del interés de otros equipos, Rodri apuntaba que «tampoco podemos cerrarnos las puertas de otros clubes. Esperaremos a ver qué ocurre con el Mallorca y si no llegamos a ningún acuerdo ya abriremos después otras líneas de negociación».
Julio, que llegó a Son Moix de la mano de Martí Asensio tras desvincularse del Almería, le ha reportado a la entidad unos dividendos deportivos altísimos (24 partidos entre Liga y Copa, 7 goles) y su progresión ha llamado la atención de varios clubes de la Liga, que se encuentran ahora ante la posibilidad de fichar a un jugador experimentado y polivalente a coste cero. En ese sentido, uno de los que más interés ha mostrado últimamente es el Espanyol, que agrada de forma muy especial a los técnicos del conjunto perico y que podrían plantearle una oferta para las tres próximas temporadas.
En el caso del Betis, juega con cierta desventaja, ya que su interés está supeditado al ascenso de categoría y ni Julio Àlvarez ni su representante parecen dispuestos a esperar tanto para tomar una decisión.