Adiós al campeón

El Sevilla, pese a perder (0-1) y con un final agónico, eliminó al todopoderoso Barcelona en los octavos de final de la Copa del Rey, merced a su valioso triunfo en la ciudad condal (1-2) en la ida. El partido tuvo dos mitades muy distintas, con una primera en la que el Sevilla mantuvo el tipo, aguantó los intentos de su oponente e, incluso, tuvo más ocasiones para resolver la eliminatoria. Sin embargo, la segunda mitad fue un monólogo del Barcelona que dispuso de numerosas ocasiones para haber dejado en «la cuneta» a un Sevilla que parece enderezar el rumbo de la Liga.
El partido tuvo unos comienzos vibrantes, con mucha intensidad en en el juego y con una mayor ambición en el Sevilla, que dispuso de dos buenas ocasiones, a cargo de Romaric, en remate de cabeza, y de Jesús Navas -estilete sevillista-, que se malograron en menos de cinco minutos. Tardó bastante el Barcelona en encontrar su patrón de juego, sobre todo por la presión del Sevilla en la línea medular, y solo la creatividad de Iniesta hizo concebir algunas opciones a los azulgranas, porque Xavi tuvo poca participación en la creación del juego de su equipo.
A los 20 minutos se produjo una jugada protestada por los sevillistas, que acabó con el balón en las redes de Pinto, donde el meta andaluz se complicó más de la cuenta para despejar un balón ante la insistente presión de Alvaro Negredo. El colegiado estimó falta del atacante madrileño. Fue el Barcelona el que tuvo la ocasión más clara en la primera mitad (m.28), en una jugada trenzada que culminó en el área sevillista y el sueco Ibrahimovic mandó al limbo a pocos metros del guardameta Palop. A los 52 Palop fue el salvador del Sevilla en remate de cabeza de Ibrahimovic, con «palomita» en el ángulo del guardameta que desvía a córner. Palop se erigió en el mejor de su equipo en este segundo periodo, como las acciones ante Messi (m.59), en jugada personal y desde cerca; y en una de Henry (m.60), también a bocajarro.
Sin embargo el premio a su mejor juego llego a los 63 minutos en remate de Xavi desde fuera del área, y Palop que no llega pese a su estirada.
Pudo resolver la eliminatoria Messi a los 67, en jugada personal y suave lanzamiento por encima de Palop que no encontró las redes del Sevilla por centímetros. Al final, pese a que Pep Guardiola arriesgó al sacar a la cancha a toda su «artillería» con Bojan y Pedro, el Sevilla aguantó como pudo el asedio a su portería y salvó la eliminatoria.