Hace tres semanas, el Mallorca Palma Futsal alcanzó el cénit de su historia con la conquista de la Champions League, el trofeo más codicionado del continente, que inauguraba el museo del club por la puerta grande. Desde entonces, la entidad ha recibido multitud de reconocimientos y elogios, mientras el equipo sigue con paso firme -ya está en semifinales- en la lucha por el título de Liga. Con la satisfacción del deber cumplido y la Champions escuchando la conversación con Ultima Hora, José Antonio Tirado Tallón (Palma, 1977) rebobina en su disco duro para recordar un momento que «ha cambiado nuestras vidas» y para mirar al futuro «con la esencia que nos ha llevado hasta aquí».
—Hace tres semanas que el equipo conquistó la Champions League. ¿Qué ha cambiado desde aquel inolvidable 7 de mayo?
Pues han cambiado muchas cosas y otras, nada. La esencia y nuestra forma de pensar es la misma que antes de tener la Champions, pero en cierto modos nos ha cambiado nuestras vidas. Que un club como nosotros haya levantado esta copa es más que un sueño y habrá un antes y un después en la entidad después de ese día.
—En las vísperas de la Final Four decía que sería un sueño levantar la Champions en Palma y ante una afición entregada. Los sueños se cumplen...
Más que un sueño. El sueño de todos era levantar un día un título. La realidad que teníamos en la cabeza era una Copa del Rey o una Supercopa de España porque la Liga la veíamos muy difícil... pero ni el mejor de los sueños estaba levantar la Copa de Europa y en Mallorca. Era casi imposible.
—El hecho de ser campeón de Europa ¿va a provocar un cambio de mentalidad en el club o va a mantener la hoja de ruta que ha tenido siempre?
Lo mejor que tenemos que hacer después de haber ganado la Champions es utilizarlo para mejorar todo lo que se pueda mejora, empezando por la marca Palma Futsal y todos los recursos económicos que podamos sacar, pero no vamos a cambiar ni un punto la forma de pensar y la forma de ser de este club. Vamos a seguir viviendo dentro de nuestras posibilidades, con nuestra esencia, y vamos a utilizar esta Champions para trabajar más socialmente para ser aun mejores, pero si nos ha llevado hasta aquí, no tenemos por qué cambiar nuestra filosofía.
—De hecho un par de días después de alzar el trofeo había jugadores en colegios como suele ser habitual...
A las 48 horas de ser campeones, estábamos en un colegio con los compromisos que habíamos adquirido y así hemos seguido. No podemos cambiar nuestra forma de ser. Tenemos que aprovechar el éxito para mejorar infraestructuras, si puede ser la plantilla con fichajes, pero el equipo va a ser el mismo que ya teníamos en la cabeza...
—¿No se van a volver ‘locos' a la hora de reforzar la plantilla?
No nos podemos volver locos ni tampoco lo queremos. Queremos seguir viviendo en lo que nos ha hecho felices.
—A nivel personal, ¿qué supuso la Champions? ¿Se puede decir que se quitó una espina que tenía clavada?
La Copa para mí ha sido una demostración de valores. He sido siempre un soñado y un trabajado y he sido incansable a la hora de perseguir mis sueños. Y esta Champions ha demostrado que en la vida, si luchas, te levantas cuando te caes, trabajas y te sacrificas, los sueños se cumplen. Sin esperar nada a cambio, porque lo hacíamos con pasión, has conseguido más de lo que pensabas.
—¿El equipo juega ahora con menos presión?
Nosotros sabíamos que era muy difícil ganar un título. Si que teníamos claro que lograrlo iba a dar sentido a todo lo que nos esforzábamos todos los días. No nos sentimos más liberados, sino más confiados. Que vamos por el buen camino. Que pueden volver a pasar cosas como estas.
—El equipo ya está en las semifinales del playoff por el título ¿Se imagina lograr el doblete?
Ahora todo el mundo hace la broma del doblete, pero este equipo ha demostrado no que puede ganar la Liga, pero sí que puede competir por ganarla. Imagínate si ganamos la Champions y la Liga la misma temporada sería para hacernos un documental. Nuestro club tiene los recursos que tiene y está guiado desde la pasión.
—¿Con qué imagen se queda de la Final Four?
Me quedo con la imagen de cientos de niños llorando de emoción junto a sus padres en las gradas del Velòdrom. Fue algo histórico que se recordará dentro de muchos años. A partir de ahora se recordará esa instalación por aquellos días en los que hubo magia y no por otras cuestiones.
—Conquistar la Champions no ha supuesto ningún ingreso directo de la UEFA. Ni un euro.
Para una vez que ganamos la Champions, el campeón no recibe nada. Se dan premios en todas las competiciones, menos en la más importante. Lo que te queda es el orgullo de haberla ganado y estamos muy felices. No hemos peleado esta Champions por el dinero. Es un poco triste porque nosotros somos un club que contamos monedas y un premio en metálico nos hubiera venido de perlas.
—Pero los jugadores sí que tuvieron su prima por haber ganado el título.
Así es. Hubo una prima muy importante para los jugadores que ya se pagó con mucho esfuerzo. Cuando se te va el subidón de la Copa, despiertas y tienes que hacer números. A veces casi te arrepientes porque te has comprometido quizás porque pensabas que no se llegaría a dar el caso. Pero ya está. Los jugadores se la merecían por todo su trabajo.
—Uno de los riesgos de ser el campeón de Europa es que muchos clubes se fijan en los jugadores ¿Tiene miedo a que se pueda desmantelar la plantilla?
Miedo no tengo porque esto nos ha pasado año tras año. Cada dos años tenemos que reestructurar la plantilla porque se han vendido jugadores. Imagínate este año. No digo que va a haber desbandada pero bastantes jugadores van a tener ofertas increíbles y decidirán no renovar. No sé si nos comprarán a uno, dos o tres. Pero este club va a seguir como siempre. Si se marchan tres o siete seguiremos trabajando para hacer el mismo equipo competitivo, aunque cada año es más frustrante esta situación. Es una pena...
—¿Y no hay ninguna fórmula para retener a los jugadores?
Sí, inyectar dinero. En el deporte profesional la fórmula es meter dinero. Nosotros hemos hecho una demostración al mundo que con el máximo dinero que somos capaces de conseguir, sacarle un rendimiento brutal. Pero llega hasta donde llega. Tenemos equipos que tienen 3, 4 o 5 millones de euros más de presupuesto que nosotros. Ya los jugadores hay que respetarles si se quieren ir a un club que les pague más. Ni aunque hagamos un esfuerzo extra tenemos la capacidad de igualar las ofertas que puedan tener. Y nosotros no podemos perder nuestra perspectiva porque hayamos ganado la Champions. Los patrocinadores y las instituciones se tienen que dar cuenta que hay que ayudar. No queremos que nadie pague la fiesta, pero damos un ejemplo de gestión buscando los mejores recursos, pero es muy difícil competir con los grandes para retener talento. Somos una fábrica de generar talento. Estoy convencido que si no se hubieran ido muchos jugadores (Vilela, Nunes, Higor, Taffy, Joao, Ximbinha, Paradynski) hubiéramos ganado más título. Pero hemos asumido desde hace muchos años el club que somos y hay que seguir buscando talento. Vamos a trabajar para seguir teniendo un equipo competitivo.
—Y pasar de un club vendedor a uno comprador no es sencillo.
Es una pena porque hemos creado un club único en el mundo. No digo que tengamos que ser un club que compre jugadores, pero para nosotros sería muy importante dar un salto en el aspecto económico para retener a futbolistas que se van a clubes con un potencial similar al nuestro.
—Y pasar de un club vendedor a uno comprador no es sencillo.
Es una pena porque hemos creado un club único en el mundo. No digo que tengamos que ser un club que compre jugadores, pero para nosotros sería muy importante dar un salto más desde el punto de vista económico para intentar retener a jugadores que se marchan a clubes similares al nuestro.
—Una de sus especialidades es encontrar ‘petróleo' en Brasil y revalorizar a los futbolistas.
Pero es que tenemos que seguir así. A mí me encantaría ir al Barcelona y fichar a Ferrao. Para mí sería mucho más fácil. O tener una lista de los quince mejores del mundo e ir a por ellos. Pero por suerte o por desgracia no es así y nos sentimos orgullosos de ello. Tenemos claro cuál es nuestro puesto que es seguir trabajando y buscar talento. Este año saldrán jugadores y me alegro por ellos porque saldrán para mejorar, pero volveremos a hacer un equipo competitivo dentro de nuestras posibilidades y seguiremos soñando.
—Es un club que además cuida mucho el aspecto económico y que no cometerá locuras.
Aquí 50 euros son la vida. Somos el club que más valor le da a un euro porque sabemos lo que cuesta salir a la calle y buscar dinero. En Mallorca, históricamente, las instituciones no han ayudado al deporte como se merece. En los últimos años empezando a ver un poco la luz, aunque seguimos en descenso en este nivel, siendo una Isla con un potencial económico brutal, pocas empresas creen que en el patrocinio deportivo. Y clubes como nosotros somos una garantía por los valores que transmitimos. El 50% es el equipo de fútbol sala pero el otro 50% es la parte social de demostrarle a la gente que hay que trabajar, ilusionarse y ser constante para conseguir los objetivos.
—La Final Four se disputo en un escenario como el Velòdrom que tuvo que aclimatarse para poder albergar la competición. ¿Cree que Palma necesita un pabellón de referencia para acoger este tipo de eventos?
Creo que algo hay que hacer. No puede ser que Mallorca no tenga un Arena en condiciones para poder albergar este tipo de acontecimientos. Gracias a la UEFA, que ha hecho una inversión brutal y con mucho trabajo, se ha acondicionar dignamente el Velòdrom para poder vivir este espectáculo. Las instituciones se tienen que hacer un planteamiento. No sé si la solución pasa por reformar el Velòdrom, construir uno nuevo, mejorar Son Moix, pero no puede ser que Mallorca no tenga un Arena para 8.000 espectadores para poder albergar grandes eventos. Ahora habrá un cambio político, creemos que la línea del cambio es seguir apostando por el deporte, pero tendremos que conocer su apuesta real por el deporte.
—Es un club que además cuida mucho el aspecto económico y que no cometerá locuras.
Hemos conseguido no darle valor a estar en unas semifinales por quinta temporada consecutiva en el playoff por el título. Nuestro objetivo ahora es estar en la final y allí pues soñar. Quedar primero en la fase regular es un premio honorífico y nos mete en la Supercopa. Es el premio a la regularidad. Estamos en las semifinales y tenemos que estar dispuesto a perseguir nuestros sueños. Para nosotros volver a jugar la final por el título sería algo increíble.