Después de haberse forjado un nombre como alternativa a los grandes en el panorama nacional, el Mallorca Palma Futsal lanza un pulso a la élite continental. El conjunto de Ciutat se estrena en la Champions y lo hace en tierras belgas destilando ilusión y portando la bandera de la ambición que siempre ha acompañado a su proyecto, que se pone a prueba en el mejor escaparate nacional dispuesto a dejar huella.
Hace tiempo que el Mallorca Palma Futsal dejó de presentarse a las grandes citas sólo a disfrutar, por lo que su desembarco en Europa se produce con las miras puestas en pelear por las cotas más altas. El subcampeonato del pasado curso le permite medirse por primera vez a los mejores del viejo continente, pero el ADN del club y del equipo le llevan a hacerlo con la máxima ambición a pesar de la entidad de los otros tres contendientes.
El Belleheide Sport Center, a una hora en coche de Bruselas (Bélgica), será el escenario de la Main Round de la Champions League en la que el Mallorca Palma Futsal está en el Grupo 1 y abrirá la competición el miércoles a las 17:00 ante el Sporting de París. Sin tiempo para descansar se enfrentará el día siguiente (17:30) al Kairat Almaty kazajo y, tras el paréntesis del viernes, cerrará la primera fase enfrentándose (20:30) a los anfitriones, el Sporting Anderlecht belga.
Los tres primeros clasificados en esta liguilla avanzarán a la Ronda Elite, que se sorteará el 8 de noviembre y se disputará entre el 22 y el 27 del mismo mes. La entidad que preside Tomeu Quetglas no sólo quiere superar la primera fase sino que optaría a convertirse en sede en la siguiente para disfrutar de las mejores condiciones en el gran sueño de estar en la Final Four.
Pero antes de todo quedan tres encuentro en apenas cuatro días para obrar otra de las machadas a las que se han acostumbrado los hombres de Vadillo, que ya están curtidos en fases finales y tratarán de trasladar su buen hacer en los torneos domésticos a su primera aventura europea. La liga apenas ha concedido margen para preparar de forma específica los envites que se avecinan. La necesidad de adelantar jornadas junto a la vorágine habitual de partidos ha hecho que los mallorquines hayan concentrado sus esfuerzos en los últimos días. Más allá del análisis exhaustivo de los rivales, que cuentan con plantillas de muchos quilates, la preocupación del Mallorca Palma Futsal es el Mallorca Palma Futsal. El equipo es consciente a que en su mejor versión es capaz de tutear a cualquiera tal como ha demostrado ante campeones de la Champions como el Barcelona o el Movistar Inter en los últimos años en la LNFS.
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta para el estreno es el Belleheide Sport Center de la localidad belga de Roosdaal. Se trata un pabellón multiusos de menor capacidad a los de Primera División y que estrena parquet para la ocasión. Con las mejores condiciones de la superfice garantizadas, los isleños se ven obligados a adaptarse a una nueva pelota y a un escenario poco habitual más allá del 40x20 sobre el que en cualquier caso se dictará sentencia.
El peaje físico de la liga y disputar tres duelos de máxima exigencia en cuatro días es otro de los factores clave. La gestión de los esfuerzos es otro elemento a tener en cuenta aunque el escaso margen de error de la liguilla obliga a centrarse en el partido a partido y dar el cien por cien. La profundidad de la plantilla supone un alivio en este aspecto, aunque la baja de Gordillo ha reducido la capacidad de maniobra en la posición de pívot, en la que cabe recordar que los isleños perdieron a Higor el último día de mercado. Con una idea definida y trabajada a lo largo de los años con un bloque de pesos pesados como Barrón, Tomaz o Eloy Rojas y la presencia en la plantilla de jugadores con experiencia en la competición como Tayebi o Rivillos e internacionales como Marlon, Chaguinha o Cainan le confieren al Palma un poso que le permite tener licencia para soñar en su pulso a la élite continental.