A su paso por Torrejón, el Palma Futsal se quedó a solo unos centímetros de redactar otra hazaña para el recuerdo. El equipo de Antonio Vadillo, que vuelve a vestir una talla grande, volcó todo su potencial sobre la pista del pabellón Jorge Garbajosa y arrinconó a un Inter Movistar que no pudo fracturar el equilibrio hasta los dos minutos finales. La calidad del gigante madrileño acabó saliendo a flote para llevarse por delante al conjunto mallorquín, que abrió el marcador y lo tuvo bajo su mando durante un buen tramo del duelo. Sin premio por los hachazos finales de Gadeia y Ricardinho, pero con la sensación de que circula de nuevo sobre el carril adecuado, el conjunto balear aparcará brevemente la liga para centrarse en otro reto mayúsculo: la Copa del Rey y la visita a Son Moix del Barcelona.
Salida
El encuentro nació entre buenas noticias para el Palma, que conectó su primera derecha durante el turno de las presentaciones. En medio minuto rompió el precinto del marcador y sacudió al Inter. Fue con una acción que redondeó Lolo en la frontal con un lanzamiento que sorprendió a Jesús Herrero después de impactar en un adversario cuando el público todavía buscaba su asiento entre la grada. Los locales se veían superados por la salida en tromba de los insulares, que insistirían en su acoso justo a continuación. Un gran centro de Joselito llegó hasta Eloy Rojas y éste, sin resistencia, lo aprovechó para marcar y hacer crecer las dudas.
El Palma estaba exactamente dónde quería, pero tenía todo el partido por delante para gestionar y proteger su renta frente a uno de los mejores equipos del mundo. De nuevo iba a ponerse a prueba su capacidad de resistencia bajo la pizarra de Vadillo.
Los mallorquines tuvieron la opción de agrandar el tesoro y se aplicaron en defensa para contener las embestidas interistas. Los problemas empezaron a aparecer a medida que se acumulaban las faltas. Ricardinho estrechaba el cerco y Barrón tenía que responder de forma magistral a un lanzamiento directo y envenenado del considerado mejor jugador del mundo. El portugués acortó el camino para su equipo aprovechando un rechace de Sarmiento. Luego, volvió a toparse otra vez con Barrón en un doble penalti. Y justo antes del descanso, Herrero evitó otro gol del Palma con una mano determinante ante Quintela.
El Inter avanzó a sus tropas tras el descanso y reinició el partido enseguida por medio de Elisandro, que sacó punta a una gran jugada de Rafael. El brasileño firmó también el tercero a los pocos segundos, volteando el marcador y mandando a la lona a los baleares.
No bajó los brazos el Palma pese a verse por detrás. Paradynski acudió a su cita con el gol tras un saque de esquina y abrió la puerta de la esperanza.
Lejos de conformarse con el empate, Vadillo recurrió al portero-jugador —tal y como hizo también el entrenador local, Jesús Velasco—, para escorar otra vez la balanza. Pero a un minuto para el final, Gadeia marcaba el gol determinante y el Palma se revolvió a la desesperada a la caza de un empate que no pudo concretarse. Solo faltaba que apareciera Ricardinho para apagar las luces marcando el quinto y definitivo gol a puerta vacía.