Mallorca recupera el trono balear del cricket tras cuatro años de larga espera y poniendo fin al reinado ibicenco tras la disputa en Menorca de la Balearic Cup, que reunió a los clubes con actividad en las islas dentro de este deporte que será olímpico en los Juegos de Los Ángeles 2028. Tras un largo impás, el trofeo vuelve a Mallorca después de un emocionante y disputado torneo triangular.
Los mejores jugadores de las islas se dieron cita en una Balearic Cup en la que el Ibiza Cricket defendía la corona tras salvarla en 2024, aunque el rendimiento del Mallorca Cricket Club invitaba a pensar en un cambio de ciclo tras tres días de intensa competición. Eso sí, el Ibiza empezó dominando en el estreno ante los anfitriones. Fue un duelo tenso, en el que Ibiza logró 137 carreras antes de perder todos sus wickets. Pese a la resistencia de Menorca, que firmó 97 carreras, la victoria por un total de 40 se quedó en las filas pitiusas para tomar ventaja en el torneo.
El segundo choque midió a Mallorca Cricket con el Ibiza. Los pitiusos se encontraron en apuros en el arranque, cuando Gurdit Singh eliminó a su bateador referente, Antonio Barca, con un golden duck. Supieron soportar la presión los mallorquines (123-3) a partir de una gran actuación colectiva, alcanzando la victoria con apenas tres wickets perdidos. Destacar la actuación de Singh, con 52 carreras, sellando el triunfo el presidente del club, Ben Vickers.
En la jornada decisiva, el Mallorca Cricket se medía a los anfitriones, el Menorca. En juego, la victoria final en la Balearic Cup, que se decantó del costado de los primeros merced a un total de 267-8 sustentado en un sólido 84 de Jonty Pieters, junto a la gran labor de Ben Vickers (63) y un gran final de Pavan Narella, que conectó el seis más largo del torneo. Su 196-6 no le sirvió de nada al Menorca, volando la copa hacia Mallorca cuatro años después.
«La pasión, energía y entusiasmo del equipo fue excepcional», explicaba Wes Walker, capitán del Mallorca Cricket, quien destacó que «todos aportaron y eso hace más fantástico poder traer de nuevo la copa a Mallorca». Por su parte, Ben Vickets, presidente del club mallorquín, puso en valor el peso de la victoria en la Balearic Cup a la hora de buscar una sede permanente para la entidad, pues esto «demuestra cuánto está creciendo el cricket en Mallorca y Baleares», dijo.