«Todos le extrañaremos profundamente», reza el escrito publicado en redes sociales por el Liverpool Braveheart Bicycle Club, al que pertenecía Phil Williams, el ciclista británico de 40 años que el sábado falleció durante la Mallorca 312, al sufrir una parada cardiorrespiratoria en un tramo entre Valldemossa y Esporles, desplomándose y sufriendo una caída con consecuencias fatales para esta persona tan querida por sus compañeros. Pese a la intervención de los equipos médicos, Phil llegó sin vida al centro hospitalario al que fue trasladado y, por ello y en señal de duelo, la organización optó por celebrar la entrega de premios aunque sin el protocolo festivo previsto, además de detener la animación en los diferentes escenarios de la marcha, que reunió a 8.500 ciclistas este pasado 26 de abril por las carreteras de Mallorca.
«Nuestro compañero, Phil Williams, falleció trágicamente tras un accidente fatal en la Mallorca 312. Todos extrañaremos profundamente a Phil. Un ciclista excepcional con tantos logros sobresalientes y también una persona maravillosa», publicaron en su cuenta de Facebook, con diferentes imágenes del corredor fallecido en la Serra.
Recuerdan que Phil se unió al club «hace apenas dos años para acompañarnos en algunas rutas más largas y sociales mientras recuperaba la forma física. Para nosotros, el ritmo social de Phil era lo máximo; sin embargo, su amabilidad y generosidad significaban que nos esperaba tranquilamente en la cima de las cuestas o simplemente se sentaba al frente del grupo, ayudándonos a seguir nuestro ritmo en el tramo más llano. Siempre nos enviaba mensajes para agradecernos la ruta después», explicaban desde el Liverpool Braveheart Bicycle Club, a través de una de sus miembros, Hannah Fawcett.
«Phil era un ciclista de equipo; hace apenas unas semanas, salió en bicicleta para apoyar la contrarreloj de 10 millas de nuestro club. Después de un rato, era evidente que hacía demasiado frío para estar con el equipo de ciclismo. Phil volvió en bicicleta a casa, se cambió y condujo para seguir apoyándonos hasta el final», añade. «Siempre le recordaremos y ocupará un lugar en nuestros corazones para siempre. Es terriblemente difícil comprender lo sucedido. Enviamos nuestro más sentido pésame, cariño y condolencias a su familia y amigos en este momento tan triste», concluyeron en su emotiva despedida.
Al MayurquiYo me guardé mis envoltorios y los tiré donde tocaba. Hubo hoteles o equipos que montaron avituallamientos no autorizados para sus clientes, que efectivamente causaron un desastre. A esos hay que denunciarlos y de hecho, pienso que la guardia civil, que estuvo presente todo el tiempo los debería haber desmantelado. En los avituallamientos oficiales había contenedores y personal de limpieza retirando todo lo que caía al suelo constantemente.