En apenas unos días Lluís Mas ha rodado por todo tipo de superficies. Después de haber cerrado el curso en carretera y su etapa en el equipo Movistar, el ciclista de ses Salines, que abrirá una nueva etapa en su carrera en 2024, se encuentra estos días en el Velódromo Lluís Puig de Valencia apenas unos días después de haber rodado por la arena del desierto de Arabia Saudí en una Titan Desert en la que acabó en la sexta posición final.
La Real Federación Española de Ciclismo ha previsto hasta este viernes una concentración en la que se están realizando diversos test de control a los ciclistas participantes con el objetivo de definir la composición ideal de las cuartetas y comenzar a realizar la selección de integrantes del proyecto de persecución por equipos. Y junto a los también mallorquines Joan Martí Bennàssar y Francesc Bennàssar se encuentra Lluís Mas como una de las caras nuevas del nuevo proyecto.
El corredor mallorquín bromeaba con su vuelta a los velódromo comentando que era «como lo de que ir en bici no se olvida» y que al principio «no recordaba que estuviera tan empinado», pero, sobre todo, ha remarcado que se ha sentido «muy bien acogido» tanto por los compañeros como por un «staff de diez».
Lluís Mas, que el próximo curso dirigirá al equipo mallorquín Arabay, aseguró que está «disfrutando» con esta nueva experiencia y se confesó «muy a gusto» en un regreso a la pista en la que cree que puede aportar junto a Xabier Mikel Azparren «la tranquilidad y la seguridad de que si vienes con las cosas hechas de casa puedes hacerlo bien y ellos a nosotros más el tema de los vatios, la técnicas y la aerodinámica, así que creo que la combinación puede ser muy buena».