De Esporles al cielo del Himalaya. Ese ha sido el recorrido personal y vital de Lluís Dietrich (Esporles, 1997), experimentado montañero, estudiante de un grado superior de gestión forestal, además de haber sido monitor de esquí y guía -ha vivido cuatro años en los Pirineos-, y miembro del grupo de tecnificación de alpinismo. Tras ver frustrado en 2022 su objetivo de alcanzar un 7.000 en Kirguistán, a consecuencia de una infección en un ojo, el pasado domingo, a las 9:50 hora de Nepal, el mallorquín hizo historia para el montañismo isleño.
Porque Dietrich alcanzó la cima del Ama Dablam, de 6.812 metros de altitud y una exigencia física y técnica notable, al combinar escalada mixta en roca y hielo, con rampas de gran dureza en el tramo final de la montaña conocida como 'El collar de la madre y la perla', ubicada a apenas quince kilómetros del techo del planeta, en Everest.
Dietrich ha contado con el apoyo de Kenia, Extreme Nomad Face -crema solar extrema- o el Ajuntament d'Esporles para formar parte de una expedición comercial con la que ha conseguido subir a lo más alto de una cima emblemática de la cordillera por excelencia, el Himalaya, con el reto de superar los siete mil metros en su próxima aventura. Del Ama Dablam destacaba Lluís «una cresta muy larga entre los campos 1 y 2 y ofrece escalada mixta, sobre roca y hielo».
Tras una preparación exhaustiva, Lluís Dietrich, miembro del popular club Ermassets de Esporles, logró pisar la cúspide de Ama Dablam al superar la adaptación y aclimatarse a una altitud nueva para el mallorquín, cuyo límite hasta el momento había sido el Mont Blanc (4.807 metros). Este lunes, el balear alcanzaba el campamento base, tras hacer noche en el campo dos durante el descenso de vuelta a Katmandú, culminado con éxito como el sueño y la aventura que sitúa de nuevo a Mallorca en otro pico del Himalaya.