Enric Mas (Movistar) explicó que antes del comienzo de la segunda etapa se había reunido con Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma) en el autobús del equipo porque hay veces que «se deben tomar decisiones y nos hemos puesto de acuerdo», ante una etapa que se preveía podía ser peligrosa.
Ante el planteamiento de la organización de aplicar el protocolo meteorológico y tomar tiempos a 3,6 kilómetros del final en el alto del Castillo de Montjuic y se decidió que fuese a «nueve kilómetros» donde se diesen los tiempos oficiales. «La decisión que se ha tomado ha sido por la seguridad de los corredores y creo que hemos actuado bien», dijo.
Sobre los momentos en los que principalmente los hombres del Jumbo-Visma, tras la caída de Primoz Roglic, pedían calma al pelotón, el mallorquín fue rotundo: «Nadie ha estado en contra».
De la llegada en estación invernal de Arinsal en la tercera etapa este lunes, Mas explicó que es «un final duro de no perder mucho tiempo» a la vez que volvió a mirar al cielo para «ver como amanece» el día.