Nicolau Mir ha vuelto a sonreír en un podio internacional dejando atrás meses de dificultades por culpa de los problemas físicos que le han mantenido alejado de la competición. El deportista del Xelska Illes Balears, que acudía a la Copa del Mundo para recuperar sensaciones después de su prolongada inactividad, dejó constancia de su gran calidad y capacidad competitiva al lograr la medalla de plata en Tel Aviv (Israel), donde el húngaro Kristofer Meszaros se colgó el oro y el israelí Eliran Ioscovich fue bronce.
En un actuación épica, con un ejercicio de menor dificultad de la que puede realizar, adaptado a su estado de forma actual, su excelente y precisa realización le ha valido la nota de ejecución más alta de la final, y por tanto esta valiosa medalla de plata. Nicolau Mir ha vuelto a lo grande y tiene este domingo una nueva cita entre los mejores de la Copa del Mundo al disputar la final de salto.