El esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates), con una gran exhibición en solitario, impuso la ley que le acredita como número uno del ciclismo mundial para conquistar la Aceituna de Oro como vencedor de la II edición de la Clásica Jaén Paraíso Interior, disputada entre las ciudades Patrimonio de la Humanidad e Úbeda y Jaén con un recorrido de 179 kms, la carrera del 'sterrato' del ciclismo español.
Un gigante como Pogacar estrenó con victoria su temporada 2023. El doble ganador del Tour de Francia era el gran favorito y cumpliò las expectativas en su primera aventura en Jaén. Mandó y ordenó la carrera junto a su equipo y remató en solitario en Baeza con un tiempo de 4h.36.37, a una media de 38 km/hora en un recorrido que incluía 7 tramos de pistas de tierra sobre un total de 50 km. Pogacar (Komena, 24 años) disfrutó de su puesta de largo. Con tiempo para el deleite, cruzó la meta animando al público, sonrisa de oreja a oreja, y feliz con su reencuentro con la gloria. Aventajó en 58 segundos al británico Ben Turner (Ineos) y al belga compañero del UAE Tim Wellens, segundo el año pasado. En un segundo grupo llegó otro UAE, el suizo Marc Hisrchi, a 1.15. El primer español fue Gorka Izagirre (Movistar), noveno en Baza.
Costó la formación de la fuga, pero finalmente se formó antes de llegar a Sierra Mágina con 5 corredores, entre ellos el corredor de Barbastro Sergio Samitier (Movistar), quien apostó por la aventura en solitario al entrar la carrera en los últimos 45 km, donde empezaban los sectores más complicados de tierra. El aragonés pretendía regalar a su equipo otra victoria en el ´dia pues el equipo tomó la salida con la moral alta por el triunfo y liderato de Matteo Jorgenson en Omán. El aragonés se fue de grupo y entró con una ventaja de 2.30 minutos en el tramo de tierra Antonio Machado (3,5 kms).
Pintaba bien la fiesta para la escuadra telefónica, pero se contaba con el festival de Pogacar, que inició el ganador de la Lieja lejos de meta. En el sector del poeta arrancó con contundencia para quedarse solo en la persecución, y atrapar en un santiamén, golpe a golpe, pedalada a pedalada, al ciclista español, condenado por unos instante la rueda del doble campeón del Tour de Francia. Hasta que reventó, cuestión de un par de kms.
En el sector de "sterrato" de Cruz de Jaboneros (4,2 km) Pogacar ya iba desatado, en modo intratable, sometiendo a Samitier a un duro castigo en medio de la polvareda, buscando el primer paso por Baeza, soleada y fresca la ciudad Patrimonio de la Humanidad en espera de recibir al pelotón de la Clásica de Jaén.
En el Atalaya del Guadalquivir, a 35 de meta, la carrera ya tenía dueño. Pogacar destrozó a Samitier, y entre el grupo de perseguidores el esloveno tenía dos escoltas de lujo controlando cualquier movimiento hostil hacia su jefe. Marc Hirschi y Tim Wellens echaban el candado a una cantada victoria.
Todo bajo control. Restaban dos vueltas a un circuito final que incluía el sector Virgen de la Salud, un paso de 6,5 kms que ponían fin al total de 48 km de 'sterrato'. Pogacar escuchó la campana de última vuelta con 1.43 minutos de ventaja. Último esfuerzo para terminar la primera aventura de la temporada e inaugurar la temporada 2023 con victoria.
Una especie de entrenamiento de calidad para Pogacar, quien en actitud superior pudo solventar sin dolor un pinchazo a 8 de meta, con total tranquilidad por la cómoda ventaja que atesoraba sobre 9 perseguidores, incapaces de limar diferencias. Bici nueva y a rodar. Pogacar recuperó el ritmo y se lanzó enrabietado en busca de la última línea. Por detrás saltaron del grupo perseguidor Ben Turner y Tim Wellens, lucha por la medalla de plata, que finalmente fue para el británico.
Pogacar levantó los brazos en el Paseo Antonio Machado de Baeza. Monumental demostración del número 1 del ránking mundial de la UCI, intratable, fiel a su estilo. La Clásica de Jaén lo contrató a última hora y no defraudó. Regaló una exhibición propia de un número 1. En su primera carrera del año. Próxima cita, la Vuelta a Andalucía. Sus rivales ya saben que llega en forma.