El del 'inquer' Daniel Arrom es un ejemplo de superación que ha vivido en un marco emblemático un capítulo más de la singular trayectoria deportiva de este triatleta mallorquín. Desde 2012 padece esclerosis múltiple -remitente recurrente-, pero ha sabido enfocar su día a día al margen de esa compleja situación, encontrando en el deporte una fórmula para tener una mayor y mejor calidad de vida. Su capacidad de resistencia ha quedado patente con su participación en eventos Ironman, de máxima exigencia en los tres segmentos (natación, ciclismo y carrera a pie).
Su última gesta nos remite a Kona, a miles de kilómetros de Mallorca y al Mundial de Ironman de Hawaii, que ofrece un reto de 3'8 kilómetros de natación, 180'2 de ciclismo y 42'2 de carrera a pie. Punto de encuentro de los mejores especialistas de fondo del triatlón, allí Arrom ha ratificado sus excelentes condiciones físicas para celebrar por todo lo alto su triunfo en la categoría PC (Physically Challenged) Open-Exhibition, completando el exigente recorrido en un tiempo de 10 horas, 45 minutos y 7 segundos, siendo el mejor dentro de su clase, superando al estadounidense Scott Woolsey (12:33:11). Un resultado y una participación que bien merecen un reconocimiento para Arrom, la muestra clara de que la fuerza de voluntad es capaz de derribar cualquier muro.
En el Mundial de Ironman de Kona también ha estado presente, además de Daniel Arrom, un clásico en estas citas como es el mallorquín Miguel Fernández Miniño, que en la categoría de Másters 45-49 acabó en un meritorio puesto veinte, estableciendo una marca de 9 horas, 35 minutos y 42 segundos.