Mavi García (Palma, 2-1-1984) digiere el mayor éxito de su carrera sin apenas tiempo para disfrutarlo como se merece. El tiempo le dará una perspectiva real del hito que supone subir al tercer peldaño del podio del Giro, pero en unos días tiene que enfrascarse en otro desafío colosal en el Tour que arranca el 24 de julio en París. La mallorquina del UAE Team ADQ se confiesa «muy contenta» mientras trata de asimilar una gesta que tiene mucho de satisfacción y también de «liberación» porque confirma su extraordinario potencial y la coloca en buenas condiciones para disputar la ronda francesa.
¿Cómo se encuentra?
— Fue un final de Giro duro en las últimas etapas, pero físicamente no estoy muy cansada y me encuentro bastante bien. Ahora tengo apenas diez días antes de volver a marcharme para disputar el Tour, que empieza el día 24.
¿Ha podido disfrutarlo?
— Ha sido todo muy rápido. Volví el domingo por la noche y apenas he tenido tiempo para nada, así que se podría decir que estoy en proceso de asimilarlo. Sin lugar a dudas con el paso de los días seguramente iré valorando mejor lo que se ha conseguido. Sufrí las últimas etapas y de perder el podio podría haber hecho que todo pareciera un desastre, pero se ha conseguido y estoy muy contenta.
¿Estaba en sus previsiones?
— Antes de irme comenté que mi objetivo era estar en el podio. El año pasado venía de un quinto puesto y estar en el cajón era lo que perseguía.
¿Qué ha cambiado respecto a 2021?
— He trabajado todos los aspectos. He cuidado los detalles en la preparación, sobre todo, el entrenamiento en altura y la alimentación.
¿Cómo se fraguó la etapa en la que dinamitaron el Giro con Van Vleuten? ¿Habían hablado?
— No pactamos nada. Van Vleuten tenía claro que quería marcar diferencias aquel día y puso a su equipo a trabajar para endurecer la carrera. Ella atacó y la verdad es que yo estaba enorme. Me sentí con mucha fuerza para irme con ella y luego nos entendimos para trabajar en cabeza. Cuando llegamos al último kilómetro lo intenté desde lejos para intentar llevármela porque sabía que ella era un poco más rápida, pero al final viendo de nuevo la etapa lo cierto es que fue muy bonita.
Ella se ha mostrado intratable...
— Ha sido la más fuerte, pero tampoco es una cuestión de resignarse de verla tan lejos. Si me dicen hace un par de años que estaría en esta situación no me lo creería porque te diría que hubiera terminado a 20 minutos de ella.
¿De quién se acordó especialmente desde del cajón?
— De toda la gente que me ha ayudado y de forma especial de mi pareja, que se podría decir que ha sido mi sombra durante toda la preparación y ha estado muy pendiente de todos los detalles.
¿Este resultado le permite encarar el Tour de otra manera?
— El tercer puesto en el Giro supone una liberación. Ahora voy al Tour de otra manera, con la tranquilidad de saber que tengo un gran resultado en la temporada. En el equipo soy la que va a pelear por la general, así que el objetivo es dar el máximo e intentar estar arriba en la clasificación.
Hacía 15 años que una española en el podio y es la tercera que lo consigue ¿Espera que esto suponga un impulso a su deporte?
— Me sorprende la cantidad de gente que sigue nuestras carreras. Mucha gente está pendiente y está siguiendo la temporada, así que espero que este resultado contribuya a que se siga hablando y que dé otro impulso a nuestro deporte, que está creciendo muchísimo.