Más allá del mérito deportivo y la muesca en el palmarés, la medalla de bronce que le corresponde a Sete Benavides lleva consigo un premio por metal y resultado que el Comité Olímpico Español (COE) concede en cada edición, y que de forma retroactiva deberá abonarse al piragüista del Port de Pollença.
En este caso, el bronce individual en los Juegos de Londres llevaba añadida una recompensa económica por valor de 30.000 euros, que percibirá el deportista mallorquín, la quinta medalla balear en aquella cita de 2012, tras las platas de Rudy Fernández, Sergio Llull (baloncesto) y Brigit Yagüe (taekwondo) y el bronce de Marga Crespí (natación artística).
En Londres 2012, el oro individual se pagaba a 94.000 euros, por los 48.000 de la plata. A todo ello, habrá que añadir las becas del Govern Balear, también de manera retroactiva, y otro tipo de ayudas como las otorgada por el Plan ADO, correspondientes en el caso de Benavides al ciclo 2012-16, al ser medallista olímpico.