El caso Sete Benavides queda defintivamente cerrado, a expensas de la protocolaria ceremonia de entrega de la medalla de bronce que se le reasignó tras el positivo por turinabol del lituano Jevgenij Shuklin en la final olímpica de C1 200 metros de los Juegos de Londres 2012. Si el Comité Olímpico Internacional (COI) anunciaba públicamente días atrás el acuerdo zanjado en el Comité Ejecutivo celebrado en octubre en Atenas, por el que se aplicaba la sanción por dopaje a Shuklin y se reasignaba el medallero de esa prueba, por lo que Benavides pasaba a ser tercero y medalla de bronce, el proceso ha dado otro paso al frente.
Y es que el Comité Olímpico Internacional (COI) ha hecho llegar al Comité Olímpico Español (COE) un escrito en el que requiere, tanto a Sete Benavides como a la atleta cántabra Ruth Beitia (a quien se le concedió también por reasignación el bronce en salto de altura en Londres 2012), a que hagan entrega de sus diplomas de cuartos clasificados para continuar con el procedimiento de reasignación de la clasificación de sus pruebas. En ese documento, el COI ratifica todo lo aprobado y la condición de medallista olímpico de Sete Benavides, cuarto también en la final de C1 200 metros en Río 2016, y que a consecuencia de este positivo de Shuklin también recibirá los bronces en el Mundial de 2014 y el Europeo de 2013 de esa distancia.
■ Lea aquí el escrito completo
El siguiente paso a dar es la ceremonia de entrega de la medalla al palista del Real Club Náutico del Port de Pollença, que podría darse en la próxima Gala del Piragüismo, prevista a inicios de 2022 en Madrid, y que permitiría a Benavides recibir a la vez el reconocimiento institucional y de todos los estamentos de su deporte. El COI descarta, por el momento y hasta la primavera de 2022, la celebración de este tipo de actos en Lausana, por lo que abre las puertas a un evento en Madrid o en suelo español, aunque Sete y su club tienen previsto realizar otro acto en la Isla. Eso sí, a todas luces, el caso Benavides queda cerrado.