La Copa del Rey Mapfre de vela reunirá a partir de este lunes en la Bahía de Palma a una flota internacional dividida en nueve categorías e integrada por más de mil regatistas, representando a 108 equipos de 19 países.
La regata de referencia del Mediterráneo suelta amarras tras el parón del pasado año por la pandemia del coronavirus, que obligó a suspender la prueba por primera vez desde 1981.
Rodeada de rigurosas medidas de seguridad sanitaria la Copa del Rey Mapfre presenta como grandes novedades las clases monotipo J70 y ClubSwan 36, que se integran por primera vez en la competición junto a las ya habituales categorías IRC 1, ORC 1, ORC 2, ORC 3, Club Swan 50, Club Swan 42 y Women's Cup. En la clase IRC 1, donde participarán una docena de equipos de cinco nacionalidades, la embarcación a batir es el «Estrella Damm», patroneada por Luis Martínez Doreste, que intentará encadenar su tercera victoria consecutiva en aguas de Palma.
En las tres divisiones ORC competirán 45 barcos de 14 nacionalidades, en una flota que incluye a los grandes favoritos, el Sinergia 40 «El Carmen Elite Sails», el «Teatro Soho CaixaBank», y el «L'Immens - Laplaza Assessors» de Alexandre Laplaza y Carles Rodríguez, campeón de las dos últimas ediciones, entre otros.
El programa de competición de las tres clases ORC constará de un máximo de 11 mangas barlovento-sotavento. La clase Women's Cup reunirá a once equipos femeninos a bordo de monotipos J80 y competirán regatistas de Baleares, Cantabria, País Vasco, Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana. Los J70 están adscritos a una clase que navega en tiempo real.
Los organizadores de la Copa del Rey Mapfre esperan, asimismo, que el rey Felipe VI se una a la tripulación del barco de la Armada Española «Aifos 500», que en 2019 compitió en la clase Club Swan 50.
El Real Club Náutico de Palma, sede de la Copa del Rey Mapfre, ha exigido cribados sanitarios masivos a los más de mil regatistas que participarán en la regata con el objetivo de convertir las instalaciones en una «micro burbuja», frente a la pandemia, según ha declarado su presidente, Emerico Fuster. «A todos (los deportistas) se les exige lo mismo: el certificado de vacunación completo, y si es parcial, acreditación de ser de antígeno, o un test de antígeno que lo organizamos aquí nosotros, o un certificado de PCR. Podrán navegar sin mascarillas, pero procuraremos que la gente esté super controlada», añade el directivo.
Fuster explica que el club dispone de un programa informático con una pantalla «como se hace en los aeropuertos», aclara, con un teléfono y puede generar un código QR. «Ese código daría la autorización para entrar en un recinto o en otro. Tenemos previsto poder tomar las medidas de restricción de accesos que sean necesarias. Nos hemos adelantado en previsión de lo que pueda suceder, hemos ido más allá. Está previsto que, si hubiere cualquier incidente, tener a todo el mundo ubicado, con una extrema vigilancia, nosotros podríamos cerrar el club náutico en cualquier momento y restringir los accesos», precisa el presidente.