El único deporte olímpico de origen español ha convertido a la cabo mayor Sandra Perales (Palma, 1979) en un referente dentro de la esgrima en las Fuerzas Armadas. Militar de carrera, ingresó en 1998, con 19 años, y tras practicar atletismo y otras modalidades, encontró en la esgrima la forma de compaginar la práctica deportiva con su labor diaria en el Acuartelamiento Jaime II, donde está destinada, dentro del Ejército de Tierra, en el Regimiento de Infantería Palma 47.
Ese idilio comenzó en el antiguo cuartel de Avingudes, de la mano de Pedro Huguet. «Es un deporte militar, y allí, en 2003, había un salón. Hice un curso de iniciación, me gustó por ser una especialidad física, técnica y en la que los reflejos son fundamentales y creo que en él he encontrado un espacio que es importante hoy en día en mi vida, profesional y personal», explica Sandra, que lamenta que sea en nuestro país «un deporte minoritario» y destaca el esfuerzo que supone su práctica «por el coste del material».
A nivel de competición militar, Sandra Perales es la única referente en Balears. Entidades como el Club Balear d'Esgrima (Espada, Germans Escalas) y el Despertaferro (Florete, Campusesport UIB) le permiten mantener un ritmo de entrenamiento más allá del campo militar.
Experiencia
La cabo mayor Sandra Perales compite desde 2003, en eventos de rango militar para el Ejército de Tierra, pero también en los Interejércitos, que citan a representantes de la Guardia Civil, UME, los tres Ejércitos o la Guardia Real. Numerosos títulos nacionales y medallas adornan su hoja de servicios, a nivel individual y por equipos, además de haber competido representando a España en eventos internacionales en Francia, Portugal u Holanda.
Su pasión por la esgrima se la ha sabido trasladar a sus hijas, «que también la practican, y eso me permite tenerlas cerca y disfrutar viéndolas hacer deporte», comenta Sandra, que a nivel profesional ha vivido experiencias como su misión en Bosnia (2006) como artillera y tiene un sueño a nivel deportivo. «El objetivo es participar en unos Juegos Mundiales Militares. Es complicado y requiere de mucho esfuerzo, pero la ilusión está ahí, y mientras la tenga, esa meta no la descartaré», asegura la pupila de Alain Sánchez y Antonio Rodríguez, sus maestros de espada y florete.
Sus resultados le han hecho ganarse el respeto y la admiración de sus compañeros y superiores, sabedores del esfuerzo que requiere la práctica de un deporte de este calibre.
Dedicación
«Tenemos una sala en el Acuartelamiento para poder entrenar», refiere Perales, quien entrena unas cuatro horas a la semana en el recinto y en tres sesiones con su maestro. «La parte física es muy importante en un deporte en el que la agilidad es clave. Pero la técnica también. Reúne muchos alicientes y tiene una gran relación con mi profesión y mi carrera en las Fuerzas Armadas», destaca la laureada deportista, multicampeona de España militar, que recientemente, en los nacionales del Ejército de Tierra celebrados en Toledo, se alzó con otras dos medallas de oro, en espada y florete, dejando patente que el trabajo, la dedicación y la pasión por la esgrima halla recompensa en forma de buenos resultados que la convierten en la maestra de esgrima del Ejército de Tierra en Balears, donde es la gran referencia. «Hago lo que me gusta y eso siempre suma», concluye la campeonísima.