La tradicional carrera atlética San Silvestre de Palma cambiará el frío de diciembre por el sol y la temperatura primaveral que se esperan el próximo domingo 28 de marzo. La cita, que en su día se debió correr el último fin de semana del año 2020, fue aplazada a consecuencia de las restricciones sanitarias derivadas de la COVID-19 en Mallorca, se disputará finalmente el próximo fin de semana, con epicentro en el Castell de Bellver y siguiendo toda la normativa vigente en materia deportiva.
A la presentación de la cita acudió el regidor d'Esports del Ajuntament de Palma, Francisco Ducrós, junto al organizador del evento, David Thompson, en nombre de Kumulus, y Esther Vidal, que acudió en representación de Autovidal, uno de los patrocinadores de la prueba. Todos ellos destacaron la importancia de «volver a poder tener la ocasión de realizar este tipo de eventos».
La salida y la llegada se ubicarán en el Castell de Bellver, desde donde partirán las dos pruebas principales. La de 10 kilómetros lo hará a las 9 horas, mientras que la de 5 kilómetros recogerá el testigo a las 12. Las inscripciones llevan semanas agotadas y se han limitado a un tope de 150 participantes por evento.
Los organizadores han dispuesto un protocolo sanitario que incluye toma de temperatura, control de asistencia, la firma de una declaración de responsabilidad por parte de los atletas, a quienes se recomienda no acudir acompañados, o la separación temporal de ambas distancias para poder despejar la zona de llegada y salida a efecto de evitar contactos sociales.