El fútbol y el baloncesto, los dos deportes dominantes en Baleares, se han cansado de esperar su particular desescalada. O al menos no están de acuerdo con los términos en los que la está planteando el Govern. Miquel Bestard, presidente de la FFIB, y Juanjo Talens, su homólogo en la FBIB, quieren que las competiciones base se retomen de forma inmediata, pero está cuestíon no parece entrar en los planes de Salut.
De momento, la principal concesión del Govern en este sentido ha sido autorizar tres sesiones de entrenamiento semanales con contacto, pero mantiene las competiciones en el aire y la situación es inasumible para los clubes y las propias federaciones. El principal foco del problema es económico. Aunque puede haber excepciones, la mayoría de los clubes no pueden permitirse rebajar las cuotas que pagan sus jugadores, aunque la realidad es que no están compitiendo y que el número de entrenamientos hasta ahora había sido irregular.
Esta circunstancia también ha puesto en jaque a las federaciones. Los árbitros apenas tienen partidos que dirigir y no es fácil cobrar a los clubes por una competición que lleva tiempo en suspenso y cuyo regreso ahora mismo plantea muchos interrogantes. El fútbol y el baloncesto han decidido llamar a la puerta de Armengol. Suerte...