Aina Hierro es de oro. Al menos, tres de esos metales se trajo en la maleta tras coronarse campeona de España de 50, 100 y 200 metros mariposa en los nacionales de invierno de piscina corta de Gijón. Además, fijó nuevas plusmarcas de Balears en 50 y 100 y dejó alto el pabellón del Club Natación Palma.
A punto de cumplir 21 años, esta estudiante de Enfermería (UIB) confiesa que ha supuesto «un refuerzo moral» el buen rendimiento en una competición en la que «no esperaba estas marcas». Es más, «ni contaba con nadar el 200 y acabó saliendo con mi segunda mejor marca...».
Tras probar fortuna fuera de Mallorca, Hierro regresó a casa y cambió de chip, priorizando su formación académica, que compagina con un deporte que es una forma de vida. «Ahora lo veo de una manera no tan orientada hacia la competición. Nado porque es algo que me gusta y me ayuda a desconectar, sin sufrir por tener que hacer unos resultados o unas marcas», comenta la tricampeona.
Pese a que queda poco tiempo y es un reto exigente, el objetivo de ser olímpica en Tokio 2020 «es ahora mismo un sueño. Se puede luchar, pero es difícil. Las marcas son exigentes y el nivel alto, pero si se puede, lo intentaremos, sabiendo que no va a ser una misión fácil», afirmaba pocas horas después de aterrizar desde Asturias. La opción de ir al Europeo de Glasgow estaba sobre la mesa tras el Campeonato de España, pero no se concretó finalmente. «Soy realista. No hice la mínima y no pasa nada si no me llaman», dice la multicampeona.
La pupila de Mima Serra capea como puede, igual que sus compañeros, el hándicap de las instalaciones (especialmente Son Hugo) y la dificultad de no poder entrenar siempre en piscina de 50 metros, pero no esconde que este triple título nacional «me demuestra que puedo rendir a un alto nivel y que el trabajo está bien hecho», aseveraba Hierro, orgullosa de su conquista en la piscina del Santa Olaya, pero que no baja la guardia lo más mínimo. La muestra, días después de los nacionales que sirvieron para reivindicar su figura. En Son Hugo batía otra plusmarca balear absoluta en piscina corta. En esta ocasión, la de los 50 metros espalda, rebajando en siete centésimas el anterior récord para dejarlo en 28.84.