Tras conquistar su décimo Roland Garros, Rafael Nadal ha regresado a los entrenamientos este lunes en Santa Ponça.
El mallorquín afronta durante esta semana en el Mallorca Open su preparación para Wimbledon, torneo al que no pudo acudir el año pasado por su lesión en la muñeca.
Dos veces campeón en el All England Club, Nadal tiene muchas esperanzas depositadas en el próximo torno del Grand Slam después de su gran inicio de temporada.
El hecho de que los responsables de la hierba de Santa Ponça son los mismos del All England Club favorecen la puesta a punto de Nadal, que no jugó sobre hierba en 2016 tras la lesión de muñeca que le obligó a retirarse de Roland Garros.
Nadal quiere reencontrar las sensaciones sobre una superficie en la que apenas ha disfrutado de oportunidades de jugar en los últimos dos años y que resulta especialmente delicada para sus rodillas. El mallorquín ha acreditado sus grandes prestaciones sobre el césped aunque en los últimos años su trayectoria ha resultado más irregular y el gran impulso de su éxito en París supone una gran dosis de moral para encarar un torneo muy especial en su carrera.