Se disputaba la jornada 28 de la Segunda División B, grupo 3, cuando un jugador local le propinó un fuerte puñetazo al árbitro. El partido, que disputaban Barceloneta y Olímpyc Floresta este sábado, quedó eclipsado por la agresión del jugador, que se marchó directamente a los vestuarios.
Se trataba de un partido crucial para la permanencia del Olímpyc Floresta en la categoría y que terminó en empate (3-3). El comité de competición de la Federación Española se reunirá para decidir la sanción al jugador del Barceloneta.