Casi han pasado seis meses meses desde aquel fatídico 23 de agosto. En plena Vuelta a España, el mismo día en el que Vicenç Reynés abandonaba aquejado de la prostatitis que forzó su retirada definitiva, un desafortunado accidente se cobraba también el concurso de un Lluís Mas que era una de las grandes esperanzas del Caja Rural-Seguros RGA. Animador de la edición de 2015, un percance fuera de carrera se saldó con una luxación de cadera, a la que se añadió una ciática que le privó de lo que más le gusta, de poder desarrollar su oficio: el ciclismo.
Tres meses parado, hasta el pasado 20 de diciembre volvió a rodar y espera recibir en breve el alta médica que le permita dar ese paso al frente que le falta para volver a sentirse cien por cien ciclista profesional, e iniciar así su novena campaña como tal, tras su debut en el Burgos allá por la temporada 2009.
El pasado jueves, Lluís Mas se presentó con el que es su equipo desde 2014. En el Caja Rural-Seguros RGA le han dado margen para volver a tope y en unos días espera visitar al neurocirujano para someterse a una revisión clave para su futuro.
Trabajando junto a Toni Tauler, el ciclista profesional saliner ha realizado una pretemporada «diferente», combinando gimnasio, piscina y bicicleta, esta última de forma progresiva. «Si me dan el alta, el marzo creo que podría volver a correr. Yo sigo entrenando y preparándome, a la espera de que los médicos me den el alta», aseguraba Lluís Mas, que a sus 27 años encara una temporada en la que, como todos los corredores del Caja Rural-Seguros RGA, el objetivo es hacerse con un lugar en el nueve para la Vuelta a España.