Uno de los momentos más destacados de la última jornada de la Liga de Campeones fue el golazo que marcó el centrocampista alemán del Arsenal, Mesut Özil, en el partido que enfrentó a los gunners al Ludogorets búlgaro.
El equipo londinense había arrasado a su rival en su estadio con un contundente 6-0. Pero el partido de ayer fue una historia totalmente diferente.
Özil lideró el ataque del equipo, regalando el primer tanto tras una acción por banda izquierda que concluyó con pase atrás a Xhaka.
En los compases finales, la ambición penalizó al Ludogorets, quien pecó de inocencia al buscar el triunfo en una acción, que le hizo descuidar su defensa.
Los espacios los aprovechó el 'mago' alemán para crear una obra de arte de un balón largo. Picó el esférico a la salida del guardameta y sentó en el césped a dos defensas con recortes, antes de marcar a puerta vacía y colocar el definitivo 2-3 en el marcador.