El 18 de mayo de 2006 quedó para siempre grabado a fuego en los anales de la historia del deporte balear. Ese día, Joan Antoni Olivieri ‘Oli' y el desaparecido Tolo Calafat protagonizaron un hito que, cuando este miércoles se cumplan justo diez años, no ha hallado continuidad. A las 8:30 horas (sobre las 4:45, en España), las voces de los dos montañeros mallorquines hacían llegar la noticia. Eran los primeros isleños en hollar la cima más elebada del planeta, un Everest (8.848 metros) que les hizo entrar para siempre en la leyenda.
La expedición ‘Mallorca a dalt de tot, Everest 06', patrocinada por el Consell de Mallorca, Gesa Endesa, Sa Nostra y el Grup Serra, la completaban el montañero Tolo Quetglas -que en su día hizo historia al ascender el primer ‘ochomil' con acento isleño, en 1992 (Cho Oyu)- y el periodista Joan Carles Palos, testigos en el Himalaya de un momento único, más tras el revés de 2005.
Diez años después, Olivieri, Quetglas y Palos recuerdan «con cariño» la figura de Tolo Calafat, y las vicisitudes de una subida final que se prolongó por espacio de unas dieciséis horas desde la Garganta Sur-Campo IV, ya a 8.000 metros de altitud, y después de 36 días de preparación a más de cinco mil metros. La ayuda de los sherpas Dawa Nuru, Pemba Ringi y Nima Kancha fue imprescindible para firmar una gesta que permitió a Olivieri y Calafat tocar el cielo, mientras Quetglas tuvo que renunciar a última hora por molestias físicas y para evitar posibles problemas.