Colombia tendrá, por primera vez, representación en unos Juegos Olímpicos en natación sincronizada. Será en Río 2016, y en buena medida, gracias a la ayuda de Marga Crespí. La medallista en Londres y campeona mundial y europea se embarcó hace meses en la aventura de llevar al dúo formado por Mónica Arango y Estefanía Álvarez a alcanzar su meta. Crespí ejercería de técnico junto a Paula García y colaboraría a la hora de potenciar las rutinas y ejercicios del dúo colombiano, con la meta de llegar al Preolímpico de Río con opciones de pelear por una plaza.
En una competición que dominaron Ona Carbonell y Gemma Mengual -logrando la clasificación para los Juegos- la pareja colombiana Arango-Álvarez lograba su objetivo al acabar en el undécimo lugar (160.5645, con 79.53 en rutina técnica y 81.03 en libre). Las doce primeras conseguían billete, y a falta del cierre de la competición por equipos y la confirmación de la FINA, Crespí ayudaba a hacer realidad el sueño de la sincronizada colombiana, que se ganaba a pulso estar los Juegos de Río. La primera aparición en ese escenario para una modalidad que, gracias a Crespí, espera dar un paso al frente en ese país.
A la par que España encajaba el golpe de ver a su equipo fuera de los Juegos -con el que la balear ganó el bronce en Londres 2012-, Marga lograba su primer gran hito dentro de su nueva faceta como entrenadora. Ahora, la mallorquina espera que el Comité Olímpico Colombiano premie su labor con su presencia en Río, asentando el trabajo realizado estos meses.