España (27+22+20+24): Nichols (5), Torrens (17), Palau (5), Lyttle (17), Cruz (13) -quinteto inicial- Silvia Domínguez (2), Xargay (13), Laura Gil (14), Quevedo (3), Pascua (2), Ouviña y Lo (2).
Suecia (12+6+16+11): Abdi, Frida Eldebrink (4), Elin Eldebrink (4), Bartholf, Zahui (21) -quinteto inicial- Ali (2), Astrom (1), Drammeh (9), Massamba (4) y Holmqvist y Ljunggren.
Árbitros: Sonia Teixeira (PR), Walton (ENG) y Ross (FRA).
Incidencias: Más de tres mil personas en el Palacio de los Deportes de La Rioja en el penúltimo partido de la clasificación para el próximo Campeonato de Europa de selecciones femeninas.
La selección española de baloncesto ha asegurado este miércoles su presencia en el Campeonato de Europa femenino de 2017, en la República Checa, con un triunfo contundente sobre la de Suecia, por 93-45.
España estaba concienciada de la trascendencia del partido y no quería conceder a Suecia, que también se jugaba mucho, la posibilidad de dar una sorpresa.
El equipo de Lucas Mondelo optó por resolver el partido por la vía rápida, con un paso muy importante en el primer cuarto (27-12) y la sentencia definitiva en el segundo (49-18).
Después, la selección española ofreció una lección de juego colectivo y de ambición para demostrar que es una de las mejores del mundo.
Las dos jugadoras de la selección española que militan en el Ekaterimburgo, Alba Torrens, que volvía al equipo nacional tras perderse la última cita y terminó con 17 puntos, y Sancho Little fueron las que abrieron el triunfo español con una actuación soberbia en los primeros minutos.
De hecho, cinco puntos consecutivos de la alero catalana dieron la primer muestra de superioridad española (13-4 a los tres minutos y medio de juego), mientras que su compañera dominaba los aros con su sola presencia.
Suecia, un equipo más competitivo de lo que demostró en Logroño, se «asustó» pronto, en parte porque una de sus referencias, Farhiya Abdi, se lesionó en el primer minuto del partido.
Entre eso, y el vendaval de España, las suecas optaron por ver cómo pasaba el partido y asistir al recital de un equipo que no se conformó con los 15 puntos de ventaja en el primer cuarto y que siempre tuvo la ambición defensiva para ir a más, y lo logró, hasta llegar al descanso con todo resuelto y una ventaja inesperada, de 31 puntos.
Todo estaba resuelto. Como era de esperar el partido perdió intensidad, pero también se igualó un poco, sobre todo porque Suecia no quería acabar el choque con la pobre imagen ofrecida antes.
Pero España, incluso con jugadoras de menos protagonismo en la pista, como Lucila Pascua o la joven Laura Quevedo, tampoco aflojó.
El conjunto de Lucas Mondelo conservó la ambición hasta el final, consciente de que una vez ganado el partido ya había comenzado a jugarse su siguiente objetivo, el preolímpico, y había que enviar un mensaje a sus rivales.
También en eso España fue contundente y mantuvo un nivel de juego más que suficiente -de hecho, en el último cuarto apretó en defensa como si lo necesitara- para clasificarle para los Juegos Olímpicos de Río, algo a lo que optará en el mes de junio.