Saturación en los carriles, incapacidad para asumir nuevos federados, problemas de salud y condiciones de entrenamiento insuficientes son algunos de los problemas que derivan de los recortes de espacio que soportan un curso más los clubes de Ciutat.
La natación de competición ha alcanzado un punto límite. CN Palma, La Salle y Voltor acumulan años asumiendo los progresivos ajustes que ha realizado el Institut Municipal de l'Esport (IME) en su detrimento en Son Hugo. El cierre de la piscina exterior durante los meses que se avecinan vuelve a perjudicarles.
«La situación es crítica y las instituciones tendrían que definir si quieren la natación como un hobby o van a defender la parcela de competición», explica el presidente del Club Natación Palma, Xim Hierro. En la misma línea se pronuncia Joan Pericás, presidente del CN La Salle, y José Ruiz, responsable del Voltor, que destacan que Palma cuenta con un total de nueve piscinas en las que podrían encontrar acomodo.
El malestar radica en la falta de sensibilidad para atender a sus propuestas y el silencio de la regidora de de Cort, Susanna Moll, o las negativas del gerente del IME, José María González. «Entendemos la saturación de Son Hugo y las medidas de ahorro de la piscina exterior, pero no compartimos que no nos escuchen y que siempre seamos nosotros los perjudicados y los últimos a los que se tiene en cuenta», dicen.