La taekwondista española Brigit Yagüe, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y tricampeona mundial, ha afirmado este martes al anunciar su retirada que ha sido una «decisión difícil», porque «amo este deporte», ha subrayado.
Con lágrimas y muy emocionada, Yagüe (Palma de Mallorca, 1981), ha explicado en una rueda de prensa que su etapa como deportista de elite «ha llegado a su fin».
«Hoy es un día triste, pero a la vez alegre porque para mi empieza una nueva vida», ha indicado.
Las lesiones y una falta de motivación, según ha admitido, le han llevado a tomar la decisión de abandonar un deporte que tantas satisfacciones le dio.
«Hace unos meses me di cuenta que ya no era la misma en los combates; ganaba pero seguía sin estar ilusionada y empecé a meditar la posibilidad de retirarme, aunque quería estar segura del paso que iba a dar; ahora siento que me quitado un peso de encima», ha señalado.
Yagüe se despide sin poder inscribir su nombre entre las deportistas que competirán en los Juegos Olímpicos de Brasil 2016, aunque asegura que si iba «era para ganar medallas, y si no es así, no voy».
Una de las últimas decepciones de la deportista más laureada del taekwondo español fue su rápida eliminación en el mundial celebrado el pasado mes de mayo en la ciudad rusa de Chelyabinsk.
Fue derrotada en su segundo enfrentamiento en la categoría de menos de 49 kilos ante la surcoreana Min-Ah Ha, una de sus oponentes más peligrosas en su lado del cuadro, y tras un polémico desenlace en el tercer asalto (4-3).
«Desde hace meses sabía que ya no era la misma, no estaba motivada, por eso llegué a la conclusión de que lo mejor era dejarlo, aunque la decisión no fue fácil», ha explicado Yagüe.
A la rueda de prensa de la deportista balear asistieron sus familiares y una gran cantidad de personas vinculadas al taekwondo.
Su marido, Juan Antonio Ramos, excampeón mundial de taekwondo, dijo que para Brigit dejar el deporte profesional «ha sido una liberación, porque el día a día era muy duro para ella».