La victoria del Mallorca sobre la Ponferradina y la derrota del Sabadell habían permitido a los hombres de Miquel Soler dejar apalabrada la permanencia en Segunda División, pero la derrota del Racing de Santander ante el Betis (2-4) certificó este jueves de forma matemática la salvación de los rojillos.
Con tres jornadas por delante, los bermellones, tal como ha apuntado su técnico, tienen como objetivo cerrar el curso lo más arriba posible en la clasificación. Albacete fuera de casa, el Girona en Son Moix y el Mirandés en Anduva dan forma a la agenda mallorquinista.
Otro de los alicientes del Mallorca en el tramo final de la temporada será mejorar los registros del pasado curso. El Mallorca terminó la pasada temporada con 51 puntos en la 17ª plaza, mientras que ahora ocupa la 14ª con 48.
Al mismo tiempo que en el campo los jugadores tratan de maquillar su casillero, el club ha visto ampliado su margen de maniobra para planificar la próxima temporada.