Un día después de recibir el trofeo como número uno del mundo en 2014, el serbio Novak Djokovic tiró como nunca de sus galones al detener la reacción del japonés Kei Nishikori y derrotarle por 6-1, 3-6 y 6-0, y luchará este domingo por su cuarto título de Masters y tercero seguido en Londres.
En otra gran exhibición, similar a la de este jueves contra el checo Tomas Berdych, Djokovic ganó el primer set en 23 minutos a la joven esperanza nipona, pero tuvo que sudar después para desarbolar su ímpetu y energía. El serbio puede convertirse ahora en el primer jugador, desde el estadounidense de origen checo Ivan Lendl (1985-87), en ganar tres veces seguidas el Masters.
Eso sí, Djokovic que lleva ya 30 victorias consecutivas en pista cubierta, se dejó el primer set en el camino este año en el O2, el primero desde que fue derrotado por Roger Federer en Shanghai.
Nishikori tenía un premio especial, de haber ganado hoy a Djokovic, ya que hubiera subido un puesto en la lista mundial y acabaría cuarto, si luego Wawrinka ganaba a Federer, pero el reto era demasiado grande para él, enfrentándose al jugador más en forma del momento, y que acaba de asegurar el puesto de número uno del mundo al final de la temporada, por tercer año consecutivo.
Djokovic entró en el partido como un huracán y ganó el primer set sin despeinarse. Su resto destrozó al japonés que desde el 1-1 del primer parcial, dejó escapar seis juegos consecutivos.
Pero el serbio demostró que también es humano al ceder su saque por primera vez en el tercer juego del segundo parcial, con una doble falta. El público del O2 silbó entonces a Djokovic, que respondió irónicamente aplaudiendo con su raqueta, un detalle que luego le desconcentraría.
Con 4-3 a su favor, el japonés pidió asistencia médica por unos problemas en la muñeca derecha. Le colocaron una pomada y un vendaje compresivo en la zona. Kei jugó después con una inteligencia superior, atrayendo a Nole a la red para pasarle con un cruzado de derecha que marcó el 5-3, y ganar luego el siguiente para forzar el tercero y definitivo.
Con empate a un set, era sin duda el mejor partido del torneo, donde ha habido nueve sets ganados por 6-1 y dos por 6-0 y un solo desempate. Nishikori tuvo su gran oportunidad en el primer juego cuando dispuso de dos puntos para robar el saque al serbio, pero no las confirmó.
Esto dio vida al de Belgrado, que volvió a poner su máquina al máximo de revoluciones para ganar de calle el último parcial con tres roturas en 27 minutos, con la sexta doble falta de Kei, como despedida del O2.
Djokovic se enfrentará en la final con el ganador del duelo entre los suizos Roger Federer y Stan Wawrinka.