Estados Unidos recuperó la velocidad de crucero que se le supone, y que exhibió en el debut frente a Finlandia, ante una Nueva Zelanda que, a pesar de su encomiable espíritu de lucha, no pudo impedir una derrota más que abultada en los guarismos finales (98-71).
Así, a campo abierto, se pusieron las botas Kenneth Faried (15, 11 rebotes y 26 de valoración) y Anthony Davis (21, 9 y 26), las mayores atracciones USA en lo que va de campeonato. Los también titulares Kyrie Irving (10 y 4 robos) y James Harden (16 y 6 asistencias) también han tenido sus momentos en el partido.
A Nueva Zelanda no le pasó lo que a Finlandia, que se adelantó en los primeros instantes de encuentro. Pero si podrá decir que ganó a EEUU en un cuarto, un 18-19 a su favor consecuencia del 1-10 de parcial en los minutos del tercer cuarto. Y además once de los doce jugadores que saltaron a la cancha pueden presumir de haber anotado. Curiosamente, más los menos relevantes del plantel ‘kiwi', BJ Anthony (11), Everard Barlett (9) e Isaac Fotu (8), que las piezas capitales para Nenad Vucinic.
Resistencia
Aguantaron el tipo los del técnico serbio hasta el 12-8 en un primer cuarto en el que un 7-0 con Faried continuamente por el aire permitió la escapada que ya no tuvo fin de los norteamericanos (22-10). La frenaron un tanto los de negro al final del primer cuarto (27-20), pero en el segundo (57-35) y el tercero se fueron ampliando las distancias hasta llegar a los 30 puntos (74-44).
Ahí se detuvieron los americanos ante un rival al que le preocupaba más lo que pasaba en la zona rival que en la propia y que fue capaz de llevar el marcador un 75-54 inesperado un par de minutos antes.
Ya en el último cuarto, Estados Unidos recuperó la diferencia de 30 puntos a cinco minutos del final (88-57) y la llegó a ampliar a 34 (92-58) un poco más tarde. Pero un arreón final de los infatigables ‘Tall Blacks' dejó la distancia definitiva en ‘solo' 27 (98-71).