Hoy hace justo dos años, la vida de Joan Reinoso Figuerola daba un giro radical. Durante el Trofeu Pep Amengual de pesca submarina, sufría el impacto de un rayo. El joven deportista fue más fuerte que la adversidad, y dando todo un ejemplo de superación y resistencia, inició un largo y milagroso proceso de recuperación que le llevará, el próximo sábado, a protagonizar toda una proeza.
Joan tiene previsto participar en el Ironman 70.3 de Alcúdia. Y lo hará nadando el tramo de 1'9 kilómetros que abrirá la prueba, formando equipo con Miquel Capó (ciclismo, 90 kilómetros) y su fisio de agua, Marcel Ruiz (carrera a pie, 21'1 kilómetros). Lo de menos es el tiempo, el puesto en la clasificación parcial o general. Lanzarse al agua ya supone toda una victoria para Joan, sus compañeros en la competición, su familia, amigos y toda la gente que le ha arropado hasta llegar a este punto.
Este logro se puede explicar gracias al trabajo del personal de Sant Joan de Déu, con la doctora Paula Quiñones, la logopeda Marta Puig y la fisioterapeuta Bárbara Moragues al frente. Y también merced a las horas de preparación física en s'Aigua Blava con Dani Salas, que junto a su tío, Joan Toni Figuerola, serán sus guías en el mar. Joan ha trabajado duro.
Para recuperar la normalidad en su vida y volver a disfrutar del deporte, de su pasión. En el agua, los tests dejan tiempos que rondan los 58 minutos, aunque nadie le va a exigir nada más. El gesto, la imagen de Joan Reinoso nadando, siendo uno más en el agua, le convierte en un hombre de hierro.
Tenc un amic més fort que un llamp es el título de un documental inspirado en su historia, la de un joven que, hoy hace dos años, volvió a nacer gracias a su fortaleza física y la rápida intervención de Pedro José Carbonell y los servicios de emergencia. Veinticuatro meses después, lo de Joan no es un milagro. Es realidad. Y su imagen entrando en meta, un sueño.