El portero y capitán de la selección española, Iker Casillas, ha tenido que pagar dos millones de euros a Hacienda, después de haber sido sometido a una inspección, igual que otros jugadores, como su compañero en el Real Madrid Xabi Alonso o el asturiano David Villa (Atlético de Madrid).
Según publica hoy «La Vanguardia», tras la inspección a Casillas no se ha tramitado su expediente como delito, como fue el caso del barcelonista Leo Messi, ya que no se ha considerado que haya habido dolo, y por lo tanto no ha habido ánimo de eludir las obligaciones fiscales.
En el caso de Casillas, la inspección ha propiciado un «ajuste con discrepancias en la interpretación de la normativa», y ello no ha conllevado ninguna sanción económica, con lo que se ha podido llevar a cabo un acuerdo.
Según el diario, los dos millones que ha tenido que pagar Casilla se han debido a «diferencias sobre el modo de aplicar el tratamiento fiscal a determinados ingresos».
Además, el diario cita a fuentes próximas al jugador, las cuales garantizan que el capitán del Real Madrid, así como su sociedad (Ikeka), «están al día de sus obligaciones fiscales».
Por otra parte, este mismo diario publicó el domingo que los ajustes de Hacienda con Messi podría ocasionar al jugador del barcelonista un grave perjuicio económico, que podría ascender a 41 millones de euros, cifra en la que ya estarían incluidos los diez millones de la declaración complementaria realizada en su día tras la inspección.