Quince meses después de tocar el cielo en Londres (agosto de 2012), de colgarse su medalla de plata olímpica, Brigit Yagüe pisará de nuevo un tapiz para competir. Tras una larga recuperación física, regresando a los entrenamientos durante el verano, la taekwondista volverá a sentir de nuevo las sensaciones de la alta competición en un evento que le servirá para calibrar su potencial antes del asalto a la primera cita en la larga senda hacia los Juegos Olímpicos de Río: el Grand Prix de Manchester.
Yagüe será una de las grandes bazas del equipo español en la Copa del Mundo, que se disputa del 28 al 30 de este mes en Abidján (Costa de Marfil). Una buena oportunidad para medirse con oponentes de calidad antes de afrontar un Grand Prix que tiene una enorme importancia para la trayectoria de la tricampeona mundial en sus aspiraciones olímpicas. Cuarta en el ránking mundial, Yagüe ya sabe lo que es ganar la Copa del Mundo, pero por encima de todo, la cita africana llega como un examen de calidad para la deportista, que de esta manera muestra sus credenciales y verá cuáles sus posibilidades en este primer tramo.