La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido instalar un superficie de 8.000 metros cuadrados de carpas en el Parc de sa Riera de Palma convirtiendo esa zona en el centro de encuentro de la afición los días previos y posteriores a la presencia de la selección española de fútbol que visitará Palma la segunda semana de octubre con motivo del encuentro que le enfrentará a Bielorrusia en Son Moix el 11 de octubre.
Tras la reunión mantenida entre los miembros de la Española con los responsables de la Federació Balear y del Ajuntament de Palma se acordó que el mejor escenario para plantar el operativo especial que la Federación desplaza las ciudades donde juega el combinado de Vicente del Bosque es precisamente el Parc de sa Riera, un lugar espacioso y que queda cerca del estadio donde el combinado nacional disputará este encuentro oficial valedero para la clasificación final del Mundial de Brasil 2014.
Estos 8.000 metros convertirán sa Riera en un improvisado parque temático dedicado al fútbol y donde el color rojo predominará por encima de todo. Ahí se concentrarán los stands de los patrocinadores, restaurantes, tiendas dedicadas a vender todo tipo de material relacionado con la selección española y se llevarán a cabo actividades, todas ellas enmarcadas en torno al fútbol y al combinado nacional.
Esta gran zona deportiva y de ocio quedará instalada el miércoles 9, jueves 10 y viernes 11 con el fin de que todos los aficionados de Mallorca tengan margen suficiente para poder visitarla y adentrarse en el universo de la selección española.
El combinado de Vicente del Bosque regresará a la capital balear tras más de seis años de ausencia para zanjar el pase de cara al Mundial de Brasil y tramitar oficialmente su inscripción en la máxima competición del planeta fútbol . Después de su trascendental victoria en Helsinki de la semana pasada y del tropiezo de Francia, su rival en la carrera por la clasificación, España lidera el grupo I con tres puntos de ventajas sobre el cuadro galo a falta de dos partidos. De esta forma, una victoria en Palma ante Bielorrusia dejaría el pase prácticamente listo y permitiría a la Roja asegurarse la defensa del título en el Campeonato del Mundo del verano que viene.
El combinado nacional no interpretaba una función ante el público isleño desde finales de marzo de 2007. Aquella vez, mientras recorría la carretera de acceso a la Eurocopa de Austria y Suiza que acabaría gobernando, la formación de Luis Aragonés se quitaba de encima con muchos apuros a Islandia y daba un paso fundamental para su espectacular cambio de identidad. Ante un Son Moix lleno y bajo una espectacular tromba de agua, la selección derribaba la muralla escandinava con un gol de Iniesta y reforzaba el modelo que le haría campeón, un año después, entre las paredes del Prater de Viena.
El oponente de España en su regreso a Palma será un combinado joven (empezó a competir en 1992, poco después de que se quebrara la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) que lucha por consolidarse en el fútbol europeo y que sueña con clasificarse para alguna gran competición a medio plazo. De hecho Bielorrusia, nunca ha disputado un partido en suelo español y su única confrontación con la Roja hasta el momento se remonta al pasado 12 de octubre, cuando el azulgrana Pedro Rodríguez, en tres ocasiones, y su compañero Jordi Alba liquidaron en Minsk (0-4) a un conjunto sin nombres demasiado llamativos en el que sólo sobresale Alexander Hleb, excentrocampista del Barcelona.
Si España no certifica su clasificación en Son Moix podrá hacerlo solo unos días después (día 15 de octubre) en Albacete, en otro partido aparentemente asequible frente a la selección de Georgia.