El mallorquín David Bustos, único representante español en la prueba de 1.500 de los Mundiales, se ha quedado fuera de la final tras sufrir dos tropezones cuando faltaban 200 metros en la primera serie.
Bustos terminó undécimo con 3:41.69, sin opción a ganar, al menos, una de las seis plazas de repesca, en una carrera que ganó el gran favorito, el campeón olímpico keniano Asbel Kiprop, con 3:38.15.
El rigor de las mínimas y el declive el mediofondo español han hecho que España acuda a unos Mundiales, por primera vez en su historia, con un solo atleta masculino en 1.500.
Desde la primera edición de los campeonatos (Helsinki'83), en que sólo fueron José Luis González y José Manuel Abascal, España siempre había tenido tres representantes en el 1.500 masculino.
Toda la responsabilidad recaía, por tanto, en un atleta de 22 años cuyo mejor éxito, fuera de sus dos títulos de campeón de España, es una medalla de bronce en los Europeos de Helsinki 2012.
«He salido bastante tranquilo, cogiendo sensaciones en el primer 400. A falta de 200 me veía bien para intentar cambiar pero he tenido dos tropiezos. Un etíope se me ha abierto, he tropezado con él y me he ido para atrás, y luego otro por detrás me ha tocado. Casi me caigo y se me han ido», relató tras la carrera.
«A falta de 200», añadió, «es muy difícil recuperar. Si hubiese sido a falta de 600, los puedes pillar poco a poco, peor a falta de 200 ya van todos a tope y tú tienes que ir más rápido que ellos para pillarlos», comentó.