Son Moix entra en la cuentra atrás. Los plazos para la reapertura del Palau d'Esports de Palma, cerrado desde el cap de fibló del 4 de octubre de 2007, entran en una fase decisiva. De hecho, la intención del Institut Municipal de l'Esport (IME) es la de poder abrir sus puertas de nuevo en el primer trimestre de 2014, con la emblemática fecha del 20 de enero (Sant Sebastià, patrón de Ciutat) como un reto que no se condicionará al correcto desarrollo de los trabajos a realizar, de equipamiento del recinto.
En la jornada de ayer, la junta de gobierno de Cort aprobó la última certificación, con lo que se recepciona la obra civil de Son Moix, que se da así por acabada, a falta de una serie de pequeños retoques por parte de la constructura, que ha cumplido con al plazo de veinticuatro meses establecido para su ejecución.
La obra, adjudicada por 12.050.951,11 euros (aunque su valor a nivel de peritaje sería de unos 16 millones), queda pendiente de equiparse y realizar las pertinentes pruebas (calderas, filtraciones, iluminación natural y artificial, vasos de la piscina, pabellón, climatización...), además de licitarse a través de concurso los diferentes suministros y servicios (limpieza, mobiliario, socorristas...), para poder obtener el visto bueno definitivo y ser reabierta a los usuarios. De hecho, ayer Cort ya adjudicó el contrato de suministro y colocación de asientos y sillas.
Para dar a conocer el nuevo recinto, cuya fisonomía exterior e interior ha variado de manera ostensible en los últimos meses, el IME ha realizado visitas con clubes -algunos como el Manacor de fútbol sala y el Palma Air Europa han mostrado su interés por jugar sus partidos allí- y federaciones llamadas a ser usuarios potenciales de la instalación de referencia.
Funcionalidad
La luminosidad marca las diferencias en el nuevo Son Moix, que tiene el color blanco como emblema. El acceso principal para los abonados variará y se ubicará en la cara que da a la vía de cintura, mientras que los destinados al pabellón y las piscinas no varían, estando plenamente adaptados para personas con discapacidad, en especial una piscina que se sitúa al nivel de la superfície.
El pabellón es uno de los dos principales ejes del recinto, junto a la piscina. En el primero se han instalado ya el parqué y dos canastas, además de fijarse las líneas en la pista para los diferentes deportes a practicar. Dos marcadores de fondo paliarán la ausencia de uno central colgado del techo, cuya colocación se estudiará en un futuro en función de las necesidades.
El aforo inicial será de 3.700 asientos, a los que se añaden ampliaciones de 156 extra en la parte superior y más de 200 a pie de pista, llegando a tener un potencial de 4.100 espectadores. En caso de necesitar una ampliación para jugar en la Liga Endesa, se acondicionará para alcanzar las 5.000 localidades requeridas.
Novedad
La piscina ha supuesto el trabajo más laborioso, contando con una principal de 50 metros, con puente móvil, junto a otra de aprendizaje. Los saltos tendrán su lugar con plataformas de 1 y 3 metros y la grada dispondrá de 270 asientos. Junto a ella se ubican una cafetería y varias salas multiusos (habrá siete en total en Son Moix), mientras que una de las grandes recuperaciones es la de la planta inferior, con gimnasios y espeacios polivalentes que ganan en iluminación, como todo el recinto.
El compromiso de Cort y del nuevo Son Moix con el medio ambiente queda patente con el uso de energía solar para calentar el agua de las duchas y las piscinas, llamadas a descongestionar la actual oferta. Y a ser un emblema de un Palau d'Esports que vuelve a la vida.